Santa Brígida es todo un laboratorio de pruebas del grado de disparate que puede alcanzar la vida política canaria. Fue en esta villa donde, en un día del siglo pasado, se patentó el gobierno municipal time sharing, luego trasladado a Las Palmas de Gran Canaria, y es en ella donde se experimenta el primer gobierno de España entre verdes-ecopijos y el PP. En Santa Brígida hubo recientemente una sentencia que obligaba al Ayuntamiento a comprar el armamento a sus policías locales, abandonados de la mano de Dios por los responsables (es un decir) políticos del consistorio. Pero de la nada a la sobredosis: Los Verdes o ecopijos, que se han hecho cargo de ese pedazo de cuerpo, han pasado a la acción policial de la manera que menos nos esperábamos.