José Manuel Soria compareció este viernes ante la misma comisión eólica, la que le está investigando a él, a su hermano Luis y a su partido, el PP, por las martingalas que se trataron de hacer en torno al concurso eólico. Soria volvió a demostrar que está acabado, que sus argumentos, por mucha voz de tenor que ponga, por mucho pelo de jabalí que presente, son tan falsos como falsete es su intento y el de ATI de taparse las vergüenzas de modo lamentable. Trata de descalificar a los que se atreven a ser críticos con su conducta política, bastante reprochable durante estos últimos años (Woermann, El Muelle, Mobiliario Urbano, La Favorita, Isolux, Canódromo, Operación Salmón, Megaturbinas, terrenos de Arinaga, Casa Palacio Insular, Faycán...). “Su vida política es el contraejemplo de lo que es un político ejemplar”, le dijo este jueves José Francisco Henríquez, y hay que insistir porque este viernes volvió a hacer el payaso tratando de colocar a este periódico como centro de una conspiración para sacar a flote sus propias vergüenzas.