Pero en esa frenética huida proa al marisco, el PP canario y el PP nacional han entrado en un terreno muy delicado. Andan empeñados en chafar a Zapatero sus vacaciones en Lanzarote sin darse cuenta de que a los que verdaderamente hacen daño es a los canarios en su conjunto, y a los empresarios turísticos en particular. Muchos de esos empresarios militan o simpatizan con el PP, lo que convierte en mucho más inexplicable esa batería de preguntas e iniciativas en el Congreso para que el Gobierno explique las vacaciones presidenciales en Lanzarote. Mucho nos tememos que morderán hueso, porque entre utilizar una residencia Patrimonio del Estado o un chalet de un amigo de Aznar, mucho nos tememos que para la seguridad del Estado y para los servicios de Presidencia del Gobierno es mejor y más barata La Mareta. Pero ellos sabrán qué jardines pisan.