La timba alcanzó momentos verdaderamente memorables, no solamente por el baboseo al que fue sometido el vicepresidente por la ronda de presentes, sino por algunos chascarrillos muy adecuados al formato y a la orientación del programa. Estuvo insuperable la descripción que hizo Clemente González de la odisea que le supuso volar desde La Palma hasta Tenerife para acudir al programa (“volando sobre los alisios”, que seguramente cree que son nubes, en lugar de viento), o la referencia a la familia de Soria que hizo ese dechado de coherencia y buen hacer periodístico que es nuestro entrañable Andrés Chaves: “Yo te conozco desde hace tiempo y aprecio mucho a tu familia”. Faltó que, ante la atónita audiencia, los periodistas y el presidente del PP se citaran para irse luego a tomar unas perritas de vino, cosa que seguramente hicieron pero que no tenemos del todo confirmado.