Tanta incomprensión, tanta injusticia, tanta persecución hacia el periódico del que es propietario, alma, corazón y vida don José Rodríguez Ramírez, le llevan no ya a un cambio de estrategia o a un reconocimiento de sus propios errores, sino a reclamar que le den lo que le corresponde. Y lo que le corresponde es una frecuencia de radio y el Premio Canarias de Comunicación, y no necesariamente por ese orden. Pero no se crean que de esos desprecios culpa a Paulino Rivero en exclusiva, sino que extiende sus lamentos hasta el fallecido Adán Martín: “En lo que respecta al Premio Canarias de Comunicación, aprovechamos este espacio para aclarar que fue Ricardo Melchior quien nos propuso para recibirlo, pero don Adán Martín, entonces presidente del Gobierno regional, ni lo apoyó ni, siendo potestativo de él en virtud de su cargo, le concedió a José Rodríguez la Medalla de Oro de Canarias. Ya entonces se venía fraguando la lucha contra El Día, el único medio con el único director merecedores de todos los premios habidos y por haber en el mundo de la comunicación”. Esa tremenda iniquidad, ese profunda ofensa de la humanidad conducen a don Pepito a la solemne conclusión de que “por eso no tienen valor los concedidos hasta que no se les otorguen a El Día y a José Rodríguez”. Y atención al soliloquio: “¿Estamos dolidos? En absoluto. Sí, asombrados de la injusticia y ruindad política del Gobierno y de CC tinerfeña”. Tremendo.