Ignacio González repartió sonrisas, parabienes y bondades por doquier, como es costumbre en él. Preguntado por tan llamativa ausencia plateada, el homólogo chicha situaba a Z en el Sáhara Occidental o, como lo llaman los presidentes camerales en ese lenguaje tan afrancesado, en los territorios del Sur de Marruecos. Otras fuentes no confirmaban tal extremo y se negaban a ofrecer una versión oficial de su ausencia. Muy resultona de nuevo la agenda que regaló la corporación tinerfeña, con alegorías africanas y la correspondiente loa a los griots, (el equivalente del plumilla de aquí) “porque transmiten una parte de la historia de nuestros pueblos. Para todos aquellos que, a pesar de los múltiples ángulos, tratamientos y enfoques de la noticia, se empeñan en sembrar de objetividad su relato, les deseo un 2005 lleno de éxitos profesionales”, se lee en la dedicatoria. Y Z perdiéndose el momento.