Ya habrán leído por ahí las crónicas periodísticas sobre el acto formal de reapertura de las Casas Consistoriales, que han quedado verdaderamente bien. Por lo tanto, les ahorramos tener que leer la retahíla de personalidades y representantes sociales que acudieron a esos sencillos fastos. Sí es conveniente significar que el único alcalde que no figuró en el protocolo como tal fue Francisco Zumaquero, que fue invitado a última hora y por petición propia al hacer saber a los organizadores que había ocupado ese cargo en la primera Corporación democrática. Pero, evacuadas las correspondientes consultas a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el protocolo municipal decidió no otorgarle tal consideración por haber sido alcalde accidental durante el lapso comprendido entre la moción de censura a Manuel Bermejo (UPC) y la votación de la misma, que se resolvió con un pacto entre la UCD y el PSOE para hacer alcalde al socialista Juan Rodríguez Doreste, don Juan. Zumaquero acudió al acto como un invitado más y a nadie manifestó su malestar, al menos que sepamos.