La contaminación del aire aumenta en Canarias por efecto del cambio climático y el crecimiento del tráfico
El informe elaborado por Ecologistas en Acción, entidad en la que se encuentra integrada la Federación Ecologista Canaria Ben Magec-Ecologistas en Acción, analiza los datos recogidos en 780 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 47 situadas en Canarias.
Las conclusiones no son halagüeñas y concluyen que durante 2022 la calidad del aire en Canarias empeoró respecto a los años 2020 y 2021, con un aumento notable de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y más matizado de dióxido de nitrógeno (NO2), aunque sin alcanzar este último contaminante las concentraciones habituales en años anteriores a la pandemia.
El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2022 a la totalidad de la población canaria.
Si se toman los estándares de la normativa más laxos que las recomendaciones de la OMS, los 2,2 millones de canarios respiraron también aire contaminado por encima de los límites legales, superando el valor limite horario de partículas PM10 en todas las zonas y el valor límite anual de partículas PM10 en la zona Sur de Gran Canaria.
El año 2022 fue muy seco y el más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África, de manera que las partículas PM10 presentaron en Canarias la peor situación de la última década. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire.
No obstante, el factor esencial para explicar el repunte de la contaminación atmosférica durante 2022 es la recuperación de la movilidad motorizada y de la actividad económica previa a la pandemia de la COVID-19.
Desde Ecologistas en Acción consideran que la contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada año fallecen prematuramente 25.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, 10.000 de ellas en episodios de alta contaminación, según el Instituto de Salud Carlos III. El empeoramiento de la situación en 2022 es en este sentido una pésima noticia.
La organización asegura que “la información a la ciudadanía por las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema”. Recuerdan que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero en muchos casos no existen, y en otros “son inefectivos por falta de voluntad política” y afirman que “el plan por fenómenos meteorológicos adversos del Gobierno de Canarias resulta completamente insuficiente, incluso desde el punto de vista meramente informativo, para proteger la salud de la población más sensible ante los episodios de calima”.
Como conclusión, recomiendan las posibles medidas de mejora tales como “disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio, promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, designar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Atlántico Noreste, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas”.
Ecologistas en Acción pide a los nuevos alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos sobre cálculos electorales poco justificados.
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