Un estudio proyecta la ‘revolución verde’ de Las Palmas de Gran Canaria: parques, bosques urbanos y estanques de agua

Ciudad Jardín y el Puerto de la Luz, desde Ciudad Alta, en Las Palmas de Gran Canaria

Toni Ferrera

1

Las Palmas de Gran Canaria no destaca por ser un santuario de espacios y corredores verdes. Según datos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el 72% de los residentes de la capital grancanaria vive en áreas donde menos del 25% de la superficie cuenta con árboles, jardines o parques y solo el 48% de la ciudad presenta cobertura vegetal.

El porcentaje sitúa a la urbe más poblada de toda Canarias (378.000 habitantes) a la cola de la clasificación en este sentido en España. Y la necesidad de acometer una revolución verde ha centrado parte de la campaña en las elecciones municipales. Los planes para ello aún deben materializarse. Pero una investigación elaborada a cientos de kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria podría ayudar a sentar las bases de la futura planificación.

El estudio, publicado en la revista Environmental Impact Assessment Review por investigadores de la Universidad de Trento, en Italia, simula la introducción de 179 espacios verdes, divididos entre parques, bosques urbanos, jardines comunitarios y estanques de infiltración, cada uno de ellos de una distancia entre 0,2 y más de 30 hectáreas, y cuantifica los beneficios sociales de abordar estas actuaciones.

De acuerdo con los resultados del trabajo académico, 47.708 nuevos habitantes podrían acceder a espacios recreativos cuando antes no lo hacían; un 35,1% más de ancianos vivirían cerca de jardines comunitarios donde contarían con al menos 20 metros cuadrados para cultivar; el paisaje permitiría retener más de 68.000 metros cúbicos de agua de escorrentía incapaz de filtrarse actualmente por el terreno cuando hay lluvias torrenciales; y una reducción de 9.000 toneladas de sedimentos que sufrirían el proceso natural de la erosión en caso de no actuar y otras 895 toneladas que entrarían en el sistema de drenaje.

La investigación concluye que ofrece información “valiosa” a los planificadores para la ubicación de las posibles nuevas zonas verdes de la capital grancanaria, en especial ahora que la Unión Europea (UE), a través de la Estrategia de Biodiversidad 2030, ha pedido a los estados miembros la elaboración de planes de ecologización urbana para todas las ciudades de más de 20.000 habitantes.

El mismo estudio dibuja las soluciones necesarias “dada la falta de conocimientos y métodos” que en estos momentos continúa imperando entre los técnicos de urbanismo en el abordaje de dichos asuntos, según defiende a Canarias Ahora M. Susana Orta-Ortiz, investigadora postdoctoral en la Universidad de Trento (UniTn) y autora principal del artículo.

“[Las malas decisiones en la planificación de zonas verdes] repercute en elecciones no adecuadas sobre cómo transformar el espacio urbano, elecciones que no benefician a nivel social, ni ambiental ni económico. Lo que nosotros queremos es abrir la ventana del conocimiento a todas estas opciones y rentabilidades al planificador, para que pueda tomar una decisión más informada y sobre todo equilibrada en el desarrollo y progreso socioeconómico de preservación de la biodiversidad”, razona la experta.

Lo que Orta-Ortiz ha analizado puede sintetizarse en una pequeña frase: por qué, cuándo y cómo debe ejecutarse esta transformación verde de Las Palmas de Gran Canaria.

El trabajo académico identificó en primer lugar, a través de ortofotos, las áreas de la ciudad que aún no han sido edificadas y que, según los planes de ordenación actuales, podrían ser asignados para un uso deportivo, residencial, de servicios sociales y públicos y también de zonas verdes.

La autora, que también pertenece al Laboratorio de Planificación de Servicios Ecosistémicos y Sostenibilidad Urbana de la UniTn, cruzó esos datos geoespaciales con los de demanda y necesidad de áreas basadas en la naturaleza. Y para ello utilizó los resultados de una investigación publicada recientemente sobre justicia ambiental en la capital grancanaria que localiza los puntos calientes necesitados de proyectos de adaptación al cambio climático en la región.

El objetivo de Orta-Ortiz no solo era determinar qué emplazamientos necesitan antes un parque o un jardín comunitario, sino también qué actuación es más apropiada e idónea para el lugar estudiado. Los estanques de infiltración son más eficaces para reducir la escorrentía de aguas pluviales y el riesgo de inundación; los árboles de las calles y los parques urbanos proporcionan sombra y altas tasas de evapotranspiración que ayudan a mitigar las llamadas islas de calor y los impactos de las elevadas temperaturas; los parques son fundamentales para las áreas recreativas y los huertos urbanos están asociados con el suministro de alimentos frescos, la soberanía alimentaria y la resiliencia de las comunidades.

El mapa del trabajo muestra la proposición de levantar bosques urbanos en la zona de Tamaraceite, San Lorenzo y Tenoya. También de jardines comunitarios en Ciudad Alta, pequeños parques entre La Isleta, el Puerto de Las Palmas y Guanarteme, así como otras actuaciones principalmente en la periferia de la capital. En total, habría 88 nuevos parques, 67 bosques urbanos, 18 huertos comunitarios y seis estanques de infiltración. El análisis revela que el abastecimiento de alimentos mejoraría en gran consideración, seguido de la recreación y el control de la erosión del suelo. Las buenas noticias irían incrementando a media que avanzase la ordenación.

“[En Canarias] se reconoce poco la multifuncionalidad de las soluciones basadas en la naturaleza, en los múltiples beneficios que pueden dar, ya que se concentran solo desde el punto de vista del cambio climático y de la adaptación al calentamiento global. En el estudio vamos un paso más allá de eso”, apunta Orta-Ortiz.

“La aportación del trabajo la veo desde dos planos”, continúa la experta. “Por un lado, detalla cómo aumentan varios beneficios en función del número de áreas verdes, que no es lineal, por lo que hay que comprender muy bien qué priorizar y dónde. A nivel metodológico, creo que da un empujón en la combinación de tipologías de información, ya sea en caracterizar cómo funciona cada actuación, la necesidad de los distritos y cómo un corredor o un huerto comunitario podría transformar ese lugar en concreto. Y lo hemos conseguido de forma automática”.

En Las Palmas de Gran Canaria, el mayor proyecto verde en estos momentos es el denominado Paseo Guiniguada de la Cultura y las Artes Canarias, un espacio de 40.000 metros cuadrados que unirá Triana y Vegueta, “ambas orillas del antiguo río”, mediante un paseo para peatones y ciclistas con “6.000 nuevas plantas y flores y más de un centenar de nuevos árboles que aportarán amplias zonas de sombra”. La propuesta ha sido liderada por el PSOE.

Por otro lado, los dos posibles socios de los socialistas en el ayuntamiento capitalino, Unidas Sí Podemos y Nueva Canarias, apuestan, en el caso de la formación morada, por las “supermanzanas peatonales” al estilo de Barcelona y un Plan Director del Árbol para “conocer, cuidar y repoblar” la comarca; y, según promete la formación nacionalista, la creación de una “red de espacios de esparcimiento y entornos saludables para la ciudadanía con plantas y árboles que se adapten a las características de nuestro clima”.

Orta-Ortiz considera que el mensaje de mayor “relevancia” de la investigación es “la necesidad de acercar la ciencia a los procesos de tomas de decisiones en la planificación territorial para que se implementen acciones informadas al servicio del bienestar humano y de la naturaleza”. La científica de la Universidad de Trento reafirma esta idea al mencionar “lo que está sucediendo con la gestión del parque nacional de Doñana”, en Andalucía, donde el Gobierno andaluz del Partido Popular quiere legalizar las fincas de regadío ilegales en el entorno, en contra del criterio de expertos y de la propia UE. 

Etiquetas
stats