Andrew Graham-Dixon: “La vida de Caravaggio fue una tragedia”

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Caravaggio fue un hombre violento en sus reacciones, justiciero, y con un permanente sentimiento de abandono, pero que tuvo una vida de novela y un final trágico. Así describe Andrew Graham-Dixon al pintor italiano, cuya vida y obra describe en el libro, 'Caravaggio. Una vida sagrada y profana'(Taurus).

“Su vida se estructura como una novela clásica y su muerte es una tragedia que hasta cierto punto fue inevitable”, explica Granham-Dixon, quien se ha pasado toda una década reuniendo evidencias y colocando las piezas del rompecabezas que conforma la vida de Caravaggio.

“Después de leer esta biografía no quedarán misterios sin resolver”, explica Graham-Dixon, que lleva más de 20 años escribiendo sobre arte en la prensa británica. Entre sus libros figura, 'A History of British Art y Renaissance'.

Y como un “detective”, Grahan-Dixon ha encontrado pistas que le permiten afirmar que Caravaggio no era un “lunático” ni era un artista “que iba por libre” pero sí tenía una personalidad “difícil”.

Este complejo carácter y la pérdida de sus progenitores y de todos los hombres de su familia cuando tan solo era un niño marcó la vida de Caravaggio, quien creció y vivió con un constante sentimiento de “abandono”. “Caravaggio llevará esa cicatriz toda su vida y se manifestará en su pintura”, ha dicho.

Según el autor, este sentimiento le hacía buscar la parte más miserable de la sociedad y establecer relaciones con vagabundos, prostitutas o ladrones y alega que el aspecto sexual conseguía lo que quería tanto con los hombres como con las mujeres.

En este sentido, Caravaggio, quien produjo mayoritariamente pinturas religiosas, a menudo escandalizaba con sus lienzos, que eran rechazados muchas veces porque el realismo de sus figuras religiosas rozaba el naturalismo o por la elección de sus modelos, entre la gente de más baja esfera social.

Por otro lado subraya que Caravaggio cayó en gracia a mecenas, papas y cardenales pero “no soportaba ser aceptado” por el establishmen o la élite y siempre acaba estropeándolo.

LA LUCHA DEL HONOR

Con este libro, Graham-Dixon confía en que el lector pueda viajar no sólo por la vida de Caravaggio, sino también por un mundo lleno de “códigos”, donde la lucha por conservar intacto el honor, era la clave de muchas reyertas.

En este sentido, recuerda que Caravaggio asesinó a un hombre en Roma y que se convirtió varias veces en un prófugo. “Al final de su vida, Caravaggio quizá estuviera desesperado, pero no era un loco. Durante toda su vida había mantenido la cabeza fría en las situaciones difíciles”, explica Graham-Dixon en su libro.

Respecto a su muerte, el autor señala Caravaggio había vivido buena parte de su vida muy cerca de los márgenes de la sociedad, rodeado de gente pobre y humilde. “Los había pintado, representando historias bíblicas con sus rostros y sus cuerpos. Había pintado para ellos. Al final, murió entre ellos, y fue enterrado entre ellos, en una tumba anónima. Tenía treinta y ocho años”.

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