'La acróbata de la bola' de Picasso llega por primera vez a España

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

'La acróbata de la bola' de Picasso será la obra invitada en el Museo del Prado desde este viernes al 18 diciembre. Procedente del Museo Pushkin, esta pintura es una de las máximas expresiones del genio de Picasso durante su periodo rosa y es la primera vez que puede verse en España.

El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, ha reconocido la “obsesión” del Prado “por ver a Picasso” en este museo. De hecho, no queda lejos la polémica suscitada por su supuesta petición de trasladar el 'Guernica' a esta institución.

En este sentido, Zugaza ha recordado que en el Prado se pudieron contemplar algunas de las obras del pintor malagueño durante su exposición 'Picasso. Tradición y vanguardia' de 2006, en la que, sin embargo, faltaba la obra que ahora se muestra: 'La acróbata de la bola', un cuadro que no había salido del Museo Pushkin desde 1971.

En opinión del director del Prado, la llegada ahora de esta pintura “excepcional e inalcanzable” constituye en el discurso expositivo de la pinacoteca nacional “una bisagra extraordinaria para cerrar el discurso histórico y, al mismo tiempo, abrir el discurso de la modernidad”.

En esta etapa el artista indagó sobre los aspectos constitutivos de la forma, la línea y el volumen, en una búsqueda esencial. La oposición entre la gracia y ligereza de la acróbata y el peso y la rotundidad del atleta, situados ambos sobre sólidos geométricos ante un paisaje depurado, se muestra con perfecto equilibrio, en una gama restringida de color.

“LO MÁS ELEVADO Y VALIENTE”

'La acróbata de la bola', adquirida por la norteamericana Gertrude Stein, pasó luego a la Galería de Kahnweiler, que la vendió en 1913 al coleccionista ruso I. A. Morosov. Tras la Revolución, pasó a formar parte de las colecciones estatales, y sólo en contadas ocasiones ha sido prestada por el Museo Pushkin de Moscú, en el que se conserva.

Así lo ha recordado la directora de este museo ruso, Irina Antónova, para quien Picasso representa en su país “lo más elevado y valiente que aportó el siglo XX al arte universal” y este cuadro que ahora puede verse en el Museo del Prado, fruto de la colaboración entre España y Rusia con motivo del Año Dual, “el más conocido y amado”. El Museo Pushkin se hizo con él después de la desaparición del Museo de Arte Occidental Contemporáneo que repartió, su colección entre el Hermitage y el Pushkin.

Antónova ha recordado la primera exposición de Picasso que se hizo en 1956 en la antigua URSS, tras la muerte de Stalin y que trajo “un aire limpio” a la vida cultural de ese país lo que da cuenta de la “veneración” que dice existir en Rusia por este artista español.

SOBRIEDAD Y ESENCIALIDAD

Javier Barón, jefe del Departamento de Pintura del siglo XIX del Museo del Prado y comisario de esta edición de 'La obra invitada', ha

calificado 'La acróbata de la bola' como “una de las máximas expresiones del genio de Picasso y de su etapa rosa”.

En este sentido, ha hecho hincapié en la juventud del artista cuando la pintó en París en 1905, pues solo tenía 23 años pero ya contaba con “un incipiente grado de reconocimiento”.

Barón se ha referido cómo, a través de las simbólicas figuras del circo, que en esa época visitaba a menudo en París, el pintor realizó una reflexión sobre la propia vida del artista, vinculada con una investigación pura sobre los problemas fundamentales de la pintura.

Picasso, ha recordado, necesitad por entonces de materiales, reutilizó uno de sus lienzos grandes en el que había pintado un retrato del pintor Francisco Iturrino. Asimismo, realizó varios dibujos preparatorios en los que siempre existían dos figuras dominantes.

La “sobriedad de la composición”, el “sentido de la esencialidad” y de “lo maravilloso patente en el color que resplandece” o el “aspecto del silencio” son algunas de las claves que ha expuesto el comisario respecto a esta obra de Picasso cuyo préstamo tendrá su contrapartida cuando viaje al Museo Pushkin 'Príncipe Baltasar Carlos a caballo' de Velázquez, una obra señera del Museo del Prado.

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