El atardecer trajo 'Una luz en el océano' a LPGC
Comienza a marcharse la luz del sol y en la Plaza de la Música arranca el canto de 20 corales elevándose desde las profundidades de la tierra y despertando, con la melodía de Signore delle cime de Giuseppe de Marzi, Una luz en el océano. Este fue el arranque de la performance con la que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha querido rendir homenaje a la ciudad con motivo de la candidatura a Capital Europea de la Cultura para el 2016. El montaje se representó este viernes a partir de las 20.00, invadiendo los alrededores del Auditorio Alfredo Kraus, la Plaza de la Música y el Paseo de las Canteras.
Cerca de 500 artistas participan en el espectáculo coordinado por los alemanes Bartel Meyer y Stefan Behr, director artístico del Theater Anu. La música, la danza, el teatro, la poesía y el videoarte confluyeron en un espectáculo de sensaciones del que los intérpretes ya habían dado el jueves una muestra en la Plaza de Santa Ana.
Contemporaneidad y tradición se mezclaron, además, para celebrar la memoria de los grandes nombres de la cultura canaria, desde Andamana hasta Alfredo Kraus, pasando por Benito Pérez Galdós, Bartolomé Cairasco de Figueroa, Luis Millares Cubas, Josefina de la Torre, Lorenzo Godoy, Néstor Martín Fernández de la Torre y José Antonio Ramos. El lema: “Tenemos cultura y somos cultura”.
Y cultura es lo que ha invadido la ciudad. Las musas inspiradoras aterrizaron el jueves en la ciudad para permanecer vigilantes a la actuación. Dichas musas aparecen en forma de ángeles -actores caracterizados como los personajes más importantes de la ciudad con alas de más de dos metros- encaramados a lo más alto del edifico del Auditorio Alfredo Kraus. Los ángeles aparecían y desaparecían mientras se celebraban distintas actuaciones.
El espectáculo continuó con muestras de distintas danzas como parkours y africana, acompañado de un potente sonido de percusión. Un grupo de buscadores de musas movía al público por distintos escenarios, donde de forma simultánea podría interactuar con mimos, clowns y pantomima en un gran juego interdisciplinar.
Los sonidos del timple llegaron de la mano de los músicos Abraham Ramos Sánchez y Juan Sebastián Ramírez, que interpretaron Cuevas del Recuerdo e Improvisaciones, en un homenaje al fallecido José Antonio Ramos.
Danza y poesía
Artistas de primera línea como Leif Firnhaber y Vicky P. Miranda, bajo la coordinación del coreógrafo Carmelo Fernández, realizaron por su parte un juego de danza contemporánea, bajo la atenta mirada de la musa de Lorenzo Godoy, uno de los grandes bailarines de la capital.
Y la poesía hizo su incursión con los actores Naira Gómez y Víctor Formoso. Ellos recitaron textos de Bartolomé Cairasco de Figueroa y Josefina de la Torre, con el acompañamiento musical compuesto para la ocasión por Lara Pérez Corredor y David Pérez Corredor.
El artista Manuel Matos sorprendía con el momento lírico de la performance al cantar Pour qui me reveiller (Werther), de Jules Massenet, aria asociada al universo interpretativo del tenor Alfredo Kraus, a quien también se recuerda en Una luz en el océano. Y los nuevos soportes artísticos de la vídeocreación, realizados por Octavio Viera, sirvieron para recordar a Benito Pérez Galdós con una atractiva proyección.
A su vez, las 17 corales aparecieron en escena, bajo la dirección musical del profesor del Conservatorio Superior de Música de Canarias, Rubén Mayor, para interpretar el Himno de Canarias (Texto de Benito Cabrera y arreglo de Juan José Falcón Sanabria), Canticorum Iubilo (Judas Maccabeaus HWV 63) de Georg Friedrich Händel y el Hallelujah (Messiah HWV 56) de Georg Friedrich Händel.