El circo Balagan colma las expectativas
El circo Balagan inició en la tarde de este martes sus representaciones en el teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife. El espectáculo, que se representa por vez primera en Europa y ofrecerá diez pases en la capital tinerfeña, respondió a las expectativas creadas.
Las 7.000 entradas puestas a la venta se agotaron una semana antes de iniciarse las representaciones. Había mucha curiosidad por contemplar los números, que se habían anunciado como una mezcla del circo tradicional del este europeo y la clásica comedia del arte.
Desde la escenografía, que diseñada por el propio Mikhail Misha Matorin, hombre de circo ideador del espectáculo, hasta el último de los movimientos todo parece perfectamente estudiado para que el espectáculo suonga un todo armónico.
El show recrea el universo onírico del anciano Barón M a través de una perfectamente hilvanada trama teatral, consta de una docena de números a cada cual más impresionante, donde tienen cabida desde las acrobacias con anillos, telas voladoras y hula hops, hasta el esperado cubo volador, auténtico plato fuerte, en el que el artista Siarhai Marhai, una de las estrellas de la compañía, manipula a su antojo un enorme cubo metálico cuatro veces más grande que él, tal y como hacía hace años el propio Mikhail Misha Matorin.
Esta pieza, que Matorin ideó en colaboración con su padre para el Circo del Sol en el año 1985, le ha valido gran cantidad de halagos por parte de la crítica y numerosos premios internacionales como la medalla de plata en el XIII Festival Mondial du Cirque de Demain, en 1990. La espectacularidad de esta actuación es tal que, casi dos décadas después, continúa sorprendiendo tanto a la crítica especializada como a los espectadores, donde quiera que se represente. En esta línea, en su última escala en tierras argentinas fue merecedor de una nominación a los premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) en la categoría de Espectáculo Extranjero.
El espectáculo requiere una compleja labor técnica para la que se ha realizado un gran despliegue de medios: rampas, estructuras y efectos visuales para ejecutar a la perfección el show en el que se emplean 10.000 vatios de sonido y 90.000 vatios de iluminación, conseguidos a través de 36 focos robóticos y otros 120 convencionales.
El decorado se completa con un telón de fibra óptica en el fondo, a lo que se le suman unos espectaculares juegos de luces, un cuidado maquillaje y un selecto vestuario inspirado en los ropajes de los actores de la comedia del arte italiana y de los personajes coetáneos al nacimiento del circo de mercado, que consiguen recrear un halo de ensoñación y magia que refuerza la idea original de la historia que sirve de hilo conductor al espectáculo.