Un diccionario con 2.400 voces guanches
El filólogo Ignacio Reyes ha presentado esta semana su Diccionario Ínsuloamaziq, elaborado durante más de 16 años, y en el que se recogen a lo largo de más de 600 páginas, 2.400 voces acreditadas de frases y palabras prehispánicas que si bien en muchos casos han quedado en desuso, otras forman parte de la vida diaria de los canarios.
Reyes, en una entrevista a Europa Press, reconoce que ha sido una tarea de investigación continuada y que se inició cuando aún siendo niño, los curas le decían en el colegio que los guanches “estaban todos muertos” y su obstinación en ir en contra de todo aquello que el franquismo decía. Su entrada a las bibliotecas y la búsqueda de respuestas se inició entonces y se ha prolongado a lo largo de los años culminando en un diccionario con voces acreditadas.
“Hay material recogido de las fuentes escritas de la época --sacerdotes, viajeros y demás-- es decir, la visión de los europeos --menos material epigráfico-- y he analizado todo el vocabulario que quedaba en la tradición oral”, ha explicado Reyes.
En el diccionario, “hay, también, mucho material que es también morisco --esclavos que vinieron con la colonización europea-- hay algunas voces que pasan por árabes y que vinieron de la Península Ibérica (España y Portugal) y que tiene origen Amaziq porque colonización europea se hizo básicamente con población Amaziq y ahí todo son problemas porque la lengua aquí era la misma...”.
La obra, de la que sólo hay publicados 100 volúmenes editados con fondos propios, recoge palabras y frases, pero también ha permitido encontrar pequeñas joyas de la lengua de los nativos de las islas que han sobrevivido a pesar de los cambios económicos y sociales.
“Hemos conseguido reunir oraciones, una al sol naciente y otra que se usaba para plantar y eso fue recogido a finales del siglo XX por un cabrero que lo conocía en Guía de Isora, una señora mayor en el Porís de Abona. Hay una memoria latente o la había hasta hace poco muy, muy importante también”, ha explicado el investigador.
Ante la pregunta de cómo después de más de 500 años de colonización se puede concluir que efectivamente dichos étimos han sobrevivido, Reyes no duda y asegura que para esto existe un protocolo de investigación.
“Empieza, cuando se trata de fuentes escritas, con una criba paleográfica que es ver los usos gráficos de cada autor y tratar de desentrañar la verdadera fonética de las palabras y esto se hace, entre otras cosas con un análisis de lingüística comparada con la lengua que sigue viva en el continente y que se ha podido ir ciñendo en qué dialectos son más importantes en la composición de las antiguas hablas isleñas”, ha aclarado.
Asimismo, reconoce que en 'los cimientos' de la lengua prehispánica confluyen dos flujos importantes. “Uno es el mismo para todas que es el que llamamos meridional: sur de Argelia, Níger, Malí. Está presente en toda Canarias de forma abrumadora, y es el que le da consistencia común a todo el archipiélago. Pero también hay otro flujo que es septentrional (Marruecos)”, ha apuntado el filólogo.
“Estos dos flujo conviviendo durante 1.500 años o 2.000 años tuvo que haber producido variedades locales e insulares en cada isla y esto se puede estudiar desde variedades específicas desde el punto de vista dialectal tratando de no ser categórico, sino con mucho trabajo y cuidado..., poniendo todo el instrumento para que no sean actos de fe. Hay material para hacer las investigaciones y conocimientos científicos con el rigor necesario para saber que las chuchangas, el cachanchan, las cotufas y las cholas son voces que no lo parecen pero son nativas”, ha argumentado Ignacio Reyes.
''Un bicho un poco especial''
“Yo soy un bicho un poco especial”, dice de sí mismo este investigador que después de desoír a quienes pretendían contarle otra historia. “En las bibliotecas, encontré un mundo distinto”, ha explicado para insistir en que a ese mundo le ha dedicado “toda” su vida.
“Uno salía a la calle y hablaba con un viejillo en el campo y cuando cogía confianza, uno descubría... es verdad lo que dicen del canario que por fuera es una cosa, pero por dentro hay un patio interior, con plantas, con luces, con aguas y una vida distinta. Me parece que hay algo de eso”, ha narrado Reyes.
“En Gran Canaria, es muy difícil hacer este trabajo porque la gente mayor vive con desprecia esa vida, les han inculcado que uno se tiene que negar a sí mismo, el franquismo, el caciquismo y la religión... mucha presión social durante muchos siglos. En Tenerife, ha existido pero más tiempo y cuando la gente coge confianza hay algún viejillo que lo deja meridianamente claro... --”somos africanos“--, ha defendido para insistir en que su trabajo es científico.
Por último, explicó que se dedica a “investigar canarismos”. “Vivo fuera del mundo y de la sociedad... doy clases, conferencias, publico libros. Soy un pelín inadaptado”, confiasa. Aquí recuerda que se dedicó a la política desde muy joven. “Cometí la equivocación de creerme lo que decían, pero un día me encontré solo porque el traje de camuflaje y los que venían conmigo no estaban y yo estaba conspirando contra un sistema político que no me gustaba. Perdí esa apuesta. No me quejo”, continuó.
“Soy consecuente y, bueno, estoy en mi casa, dedicado a mis cosas tratando de no molestar, pero sí de contaminar con estas cosas que me parecen que son saludables”, ha concluido el autor que asegura que no hay interés ni universitario, ni político en este asunto.