Ibáñez en 3D
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Francisco Ibáñez aboga por “arrastrar a los niños de los videojuegos para acercarles al cómic”. El dibujante hizo estas declaraciones durante la presentación de un enorme pop-up (libro tridimensional y desplegable) de su popular historieta '13 Rúe del Percebe'.
Autor de conocidos personajes como Mortadelo y Filemón, El Botones Sacarino, la familia Trapisonda, Pepe Gotera y Otilio o Rompetechos, Ibáñez (Barcelona, 1936) lamentó que los más jóvenes “se hayan apartado del cómic en los últimos tiempos”. “Los críos, desde que son muy pequeños, tienen horror a unos bichitos negros que se llaman letras y la televisión les resuelve ese problema”, apuntó.
En su opinión, el cómic es “un primer escalón” para que los niños pasen luego a ser lectores y vayan avanzando en la lectura “desde Salgari o Julio Verne a Kafka, quien haya llegado, que yo no”, confesó. “Si esto no es así el día de mañana tendrán serias dificultades”, vaticinó esperando que este nuevo libro les devuelva al gusto por la lectura. “De conseguirlo nos daremos por bien pagados”, insistió.
LOS PERSONAJES DE SIEMPRE
Este pop-up es el primero con los famosos personajes creados por Ibáñez para su loca casa de vecinos: El moroso de la azotea, el ladrón patoso del tercer piso, la anciana amante de los animales... están presentes en este libro pensado para que disfruten tanto para niños como “forofos” adultos.
El dibujante catalán recordó que el éxito de '13 Rúe del Percebe' fue convertirlo en “sección”, porque dibujar un edificio abierto en el que se ve a los personajes ya estaba inventado y se podía ver en la novela picaresca.
Respecto a la evolución de estos personajes, Ibáñez señaló que ha sido “muy lenta y casi no se aprecia”. Los cambios más llamativos hacen referencia a la “forma de hablar” ya que la desaparición de la “terrible censura”, dijo el dibujante, les permitió una mayor libertad en el lenguaje.
Otra de las novedades que ofrecía la '13 Rúe del Percebe' respecto a otras historietas de la época era que en vez de un solo personaje presentaba 14 ó 15 que se podían ver a la vez.
Ibáñez reconoció que el éxito de la serie le obligó a tener que “pensar mucho” para dar salida a las continuas entregas. “Pero a la gente le gustaba y sólo por eso valía la pena el esfuerzo”, declaró.
Finalmente, el dibujante se mostró convencido de que a día de hoy las nuevas tecnologías e Internet pueden convertirse en “otra vía interesante para leer comics”. “El tiempo lo dirá”, apostilló.