Juanes canta por la paz ante más de un millón de personas en La Habana
El concierto Paz Sin Fronteras organizado por el cantante colombiano Juanes reunió este domingo a cerca de 1.150.000 de personas en la plaza de la Revolución de La Habana, donde se vivieron más de cinco horas ininterrumpidas de un espectáculo catalogado por los propios artistas como “el concierto del siglo”.
El artista colombiano estuvo acompañado de quince cantantes más, entre ellos Miguel Bosé, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez o el grupo cubano Orishas, en esta segunda edición de Concierto por la Paz que tenía como objetivo suavizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enfrentados desde la revolución que llevó a Fidel Castro al poder en 1959.
“Vinimos a Cuba por amor”, dijo Juanes ante la ovación y entuasiamo de más de un millón de personas, casi todas ellas vestidas de blanco, el color de la paz, a petición del propio cantante. “No puedo creer lo que mis ojos están viendo, es el sueño más hermoso de paz y amor que he podido experimentar después de mis hijos”, aseguró durante su actuación en la que dedicó una canción “a todos los aquellos que están privados de su libertad, donde quiera que estén”, en referencia a los secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El cantante, que había recibido amenazas de muerte desde que anunció su intención de celebrar el concierto en la isla comunista, salió al escenario a las 17:30 horas (22:30 en Canarias) abriendo su recital con la canción A Dios le pido. A éste éxito le siguieron temas tan conocidos como La camisa negra, It' s time to change (es tiempo de cambiar) o Minas Piedras.
Unidos por un fin
Los 36 grados que se registaron en la plaza no amedrentaron a los cubanos, aunque sí se produjeron numerosos desmayos incluso antes de que comenzara el concierto. Las primeras notas comenzaron a sonar a las 14:00 horas (19:00 hora insular) sin presentación previa para dar paso directamente a los quince artistas que cantan para una población que raramente tiene ocasión de ver a artistas internacionales.
La encargada de dar pie a las cinco horas de música fue la puertorriqueña Olga Tañón, quien antes de comenzar con su merengue, Tañón lanzó “un abrazo desde Cuba al mundo”. “Un aplauso al mundo desde Cuba, juntos estamos haciendo historia”, proclamó. “De parte de todos los amigos de Juanes le decimos al mundo: es tiempo de cambiar. Un aplauso de parte de Cuba. Arriba con el concierto del siglo”.
A ella le siguieron el rockero X Alfonso, el cantautor cubano Amaury Pérez, el español Víctor Manuel, quien cantó su conocido 'Solo pienso en ti' y el tema 'Cómo voy a olvidar', “una canción que habla de la memoria histórica, porque la memoria es el arma más poderosa que tenemos”, asestó.
Seguidamente salió Miguel Bosé, que abrió su recital con Amante bandido. “Hoy estamos cumpliendo el sueño de la paz, de la concordia de tender la mano del diálogo (...). El sueño de esas palabras que son grandes y lo hacen todo posible”, aseguró el cantante español, quien agregó que el derecho a la paz “es lo más grande que tiene el hombre. La paz es lo más poderoso, por eso bajo ese lema estamos aquí hoy con vosotros”.
El cantante italiano Jovanotti tomó el relevo de Bosé en el escenario seguido de los cubanos Orishas y el conocido cantautor Silvio Rodríguez. Cerca ya del fin, Luis Eduardo Aute cantó Al Alba, un tema dedicado a las víctimas del franquismo.
La sorpresa final la puso el grupo Van Van, que convocó al escenario del concierto a todos los artistas del proyecto Paz Sin Fronteras, para cantar un tema de Compay Segundo y con el que cerraron el histórico espectáculo.
Rechazo del exilio
Miembros del exilio cubano en Miami se congregaron en las calles de la ciudad para protestar por el recital que han calificado de “tiranía”, ya que a su juicio, legitima al Gobierno comunista de Cuba.
“Es algo totalmente iluso pensar que en un país aplastado por una tiranía de 50 años, unos músicos vestidos de blanco puedan hacer un cambio con sus canciones'', declaró el cubano en el exilio Calixto García al diario Miami Herald. Por su parte, Marta Bacallao, natural de La Habana, señaló que no cree que el concierto vaya a representar un cambio en Cuba, ”donde hay un régimen de represión“.
“Da pena y dolor ver cómo el pueblo de Cuba está sufriendo hambre, miseria, falta de libertad. Esto sólo fue un paréntesis para la terrible realidad de los cubanos. Aunque me sorprendió que algunas canciones tenían un mensaje subliminal para el sufrido pueblo cubano”, acotó Elena Chomat, de 78 años.
No obstante, el representante de Juanes, Fernán Martínez, aseguró previamente que el recital iba a cambiar la postura de los cubanos en el exilio. “El concierto va a cambiar la mentalidad de mucha gente y se van a dar cuenta de que lo que se está haciendo aquí es positivo”, dijo en una entrevista concedida desde un hotel de La Habana donde agregó que “la música traspasa barreras y la buena música traspasa almas.
Canto por la paz
Desde sus inicios musicales Juanes ha demostrado que no es indiferente a la problemática del mundo, en concreto de Iberoamérica y así lo ha demostrado en la mayoría de sus canciones donde aboga por un cambio y la apuesta por la paz. El cantante, que reside en Estados Unidos, ha sido elegido por la revista estadounidense People como una de las 100 personas más influyentes del mundo y por Los Angeles Times como “la figura del rock latino más destacada de la última década”.
Así las cosas el colombiano, de 37 años, manifestó su interés de celebrar la tercera edición de Paz sin Fronteras en la frontera entre México y Estados Unidos, tras el éxito de este domingo y del primer concierto ofrecido en marzo de 2008 en el Puente Internacional Simón Bolívar, que une la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana San Antonio del Táchira, al que se calcula que asistieron más de 300.000 personas.
Obama, indiferente
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró, por su parte, que la administración norteamericana no es promotora de conciertos como el organizado por Juanes en la Plaza de la Revolución de La Habana este domingo, aunque precisó que el evento no va a perjudicar las relaciones estadounidenses y cubanas“.
“Yo en sí no creo que perjudica a las relaciones estadounidenses y cubanas este tipo de intercambios culturales. No sé decirte hasta qué punto ayuda, (...) pero yo lo que quisiera ver es a Cuba, una Cuba que comience a demostrar que quiere alejarse de algunas de las prácticas antidemocráticas del pasado”, declaró el mandatario estadounidense en una entrevista a un programa del canal Univisión. “El espectáculo no tiene que contar con la bendición de la administración estadounidense”, aclaró.