Nuria Espert: “Me encuentro en un momento dorado de mi vida”
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La actriz y directora Nuria Espert, que este jueves ha sido galardonada con el IV premio Fernando Lázaro Carreter por su brillante aportación a las distintas facetas del arte dramático, a sus 76 años asegura seguir en la brecha escénica “con la misma inquietud” de siempre. “Me encuentro en un momento dorado de mi vida en el que me gusta mucho ser intérprete”.
Así lo declaraba recientemente la artista que estos días es noticia por estar al frente de la dirección de escena de 'Tosca' de Puccini, en el Teatro Real, una producción que ya pudo verse con éxito en 2004 en el coliseo madrileño.
Considerada por muchos la gran dama de la escena, a estas alturas, reconoce, en declaraciones a Europa Press, tener una asignatura pendiente: “Hacer Lady Macbeth, un personaje idóneo para mí”. Nuria Espert no duda en señalar qué actores preferiría como posibles compañeros de viaje para este papel: Josep Maria Flotats, Josep Maria Pou o José Luis Gómez, todos dirigidos por Robert Lepage.
Espert siempre tiene en mente a su esposo, ya fallecido, Armando Moreno, quien fue el impulsor de su trabajo operístico y de dirección. “Él me enseñó a comprender y a escuchar y me hizo entrar a través de Puccini y Mozart”, señala indicando que sus direcciones de ópera han sido “de lo más bonito que ha hecho” y se las dedica a su marido. “Mi carrera de teatro se engrandeció mucho con la dirección”, ha apostillado.
Espert dice trabajar desde un “extraordinario respeto” por los cantantes e intentando sacar “lo mejor” de todos ellos. “Eso me ha ayudado mucho siempre”, confiesa al hilo de esta 'Tosca'. “Los intérpretes de ópera hacen el gran esfuerzo de actuar. Es magnífico ver su entrega y disposición. Se vuelven flexibles, amorosos y delicados y sé que van a hacer lo imposible por complacerme”, afirma.
NO MÁS ÓPERA
Esta incursión de Nuria Espert en el mundo de la ópera parece que no volverá a repetirse. Ese, al menos, es su deseo. “No tengo ganas de abordar otros proyectos de este tipo. Me encuentro en un momento dorado de mi vida en el que me gusta mucho ser intérprete. Dirigir ha supuesto siempre estar muy lejos de mi casa y mi familia. Mi mundo es pequeño y sin él no puedo vivir”, ha explicado. “No volveré a dirigir ópera, espero que el Real no me tiente”, apostilla.
A este respecto la actriz dice que siempre le pareció que su trabajo como directora de ópera lo hacía con la impresión de ser “un impostor”. Esto no le ha sucedido, en cambio, en el teatro hablado. “Ser buena actriz me permite tener menos miedo a equivocarme”, asegura.