Las Palmas de Gran Canaria recupera la noche de finados en Vegueta con teatro, baile y música
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria recuperará el próximo martes 31 de octubre, la celebración de los Finados en el entorno de Vegueta, en una noche que incluye una ruta teatralizada, baile y música.
Esta acción, organizada gracias al Instituto Canario de las Tradiciones y a Los Gofiones, tiene el objetivo de promover y difundir las costumbres que forman parte de la idiosincrasia e identidad compartida por los canarios.
La iniciativa, presentada bajo el título Ánimas, un paseo por la historia en la noche de finados, contempla una ruta teatralizada por las calles y plazas del casco histórico, así como por el Patio de los Naranjos, para conocer, de primera mano, los usos y costumbres de la sociedad canaria de antaño en torno a la muerte.
El punto de partida del recorrido se ha fijado en la puerta de la catedral de Santa Ana a las 21.00 horas.
Además, según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado, los asistentes podrán descubrir “la historia al calor de los braseros de castañas, bajo la noche estrellada y misteriosa de la víspera del Día de Todos los Santos”.
El concejal de Cultura de Las Palmas de Gran Canaria, Adrián Santana; el director del Instituto Canario de las Tradiciones, David Naranjo; y el presidente de Los Gofiones, José Afonso, han definido este reencuentro, como “fundamental y necesario”.
El público recorrerá una serie de estaciones que estarán guiadas por pasajes teatralizados a cargo de la Asociación Dragos y Laurel de Moya.
Durante aproximadamente una hora, los asistentes vivirán una experiencia de cómo se vivía un acontecimiento como la muerte a principios del siglo XX.
El recorrido terminará a las 22.00 horas en la plaza de Santa Ana en donde se celebrará un baile de finados al que pondrá ritmo el grupo Los Gofiones.
Como ha detallado el Instituto Canario de las Tradiciones, se trata de “una auténtica inmersión en los usos del pasado” que “convidarán a los asistentes con anís, música, castañas y piñas, todo dentro del espíritu de recuperación de las costumbres canarias”, en “un propósito que se instala con vocación de permanencia”.
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