Tàpies a través de sus obras
La Fundación Antoni Tàpies de Barcelona, como cada año, ha organizado una muestra, que estará abierta hasta septiembre, con una selección de piezas del fondo de su Colección, que reúne pinturas, esculturas, dibujos y grabados realizados por el artista desde los años cuarenta hasta la actualidad.
La selección de este año también incluye la obra Matèria i cartons (Materia y cartones, 2006), que constituye la última donación de Antoni i Tàpies a la Fundación. La exposición adopta un carácter cronológico, que subraya la unidad conceptual y formal de la obra de Tàpies, al tiempo que muestra el paralelismo existente entre su trayectoria artística y los acontecimientos políticos, sociales y artísticos del mundo contemporáneo.
En este sentido, la obra de Antoni Tàpies se inscribe en la más estricta modernidad: la recuperación del movimiento surrealista como rechazo al arte conservador propiciado por el régimen franquista a finales de los años cuarenta; el interés generalizado por la materia y la ciencia en los años cincuenta; la agudización del compromiso político que caracterizó el movimiento intelectual catalán y español de finales de los sesenta y principios de los setenta; la recuperación de la superficie pictórica en los años ochenta, en el contexto de un retorno a la pintura en el plano artístico internacional; la intensificación de su interés por el arte y la filosofía orientales en la década de los noventa; y, en los últimos años, las referencias a la actualidad política y a su propia obra.
Todas esas etapas se pueden seguir a través de sus creaciones, así de la década de los 50, un periodo difícil de posguerra, se pueden contemplar títulos tan especiales como Tríptic (1948), Parafaragamus (1949) y La barberia del maleïts i dels elegits (La barbería de los malditos y de los elegidos, 1950).
La muestra destaca también la época en que el artista puso de manifiesto su compromiso con la lucha por la democracia y contra la dictadura, por ejemplo a través de la obra A la memoria de Salvador Puig Antich (1974), en homenaje a un joven militante libertario condenado a muerte y ejecutado a garrote vil por el regimen franquista.
En la década de los 80, Tàpies experimentó una especie de renovación y recuperó con fuerza la pintura. Es una etapa de gran proyección internacional del artista y en la que surgen creaciones pictóricas realizadas con gomespuma como Capitonat (1986) y con la técnica del aerosol como Efectes d´arruges i taronja (Efectos de arrugas y naranjas, 1987). En esa época también crea objetos y esculturas de barro o de bronce como Crani (Cráneo), en 1987.
Esta muestra permite apreciar también algunas inclinaciones personales del artista, como su interés por la filosofía oriental, que queda reflejada en obras como Trío (1994), que rinde un homenaje al monje japonés Sengai y a sus enseñanzas, Dues formes (Dos formas, 1999) y la citada Materia i cartons, del año 2006. Es una ocasión de acercarse al universo de uno de los artistas españoles contemporáneos con más fuerza y con un universo tremendamente rico y atractivo.