Nueves Anula: la niña que rompió barreras (1995-2001)

Nieves Anula anota dos de los 28 puntos que logró en el España-Lituania del Eurobásket de Francia 2001.

Canarias Ahora Deportes

Santa Cruz de Tenerife —

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Biografía

BiografíaNieves Anula Alameda (Santa Cruz de Tenerife, 1-5-1973)

Selección española: 9-5-1995 / 28-11-2001 (Debut / despedida)

Veces internacional: 87 (62-25 victorias / derrotas)

Puntos: 947

Torneos oficiales:

  • Eurobásket República Checa 95 (9º)
  • Preeuropeo Oviedo 96 (Clasificada)
  • Eurobásket Hungría 97 (5º)
  • Preeuropeo Croacia 98 (Eliminada)
  • Mundobásket Alemania 98 (5º)
  • Eurobásket Francia 01 (Bronce)

La niña que rompió barreras

La niña que rompió barrerasUn cuerpo de apariencia frágil, unas rodillas destrozadas y mil prejuicios condenaban a Nieves Anula al anonimato baloncestístico en la primavera de 1992. “Es demasiado lenta para ser base” o “es demasiado baja para ser alero” fueron las sentencias de algunos entendidos que acompañaron a la jugadora lagunera mientras, siendo menor de edad, salió de Tenerife para buscar acomodo en la máxima categoría del baloncesto español. Con 19 años recién cumplidos, la frase que escuchó fue la de un cirujano: “No vas a poder jugar al baloncesto”.

En esas circunstancias, la lógica invitaba a poner punto y final a la prometedora trayectoria deportiva de una niña que descubrió el baloncesto en el Luther King, “algo lógico en un colegio dónde jugaba el Canarias”. Sin embargo, su tozudez le animó a continuar en activo. Y su talento la llevó a liderar el baloncesto femenino español durante más de un lustro. Antes, había descubierto este “juego” en las clases de Educación Física con Pedro Rodríguez Dorta, con quien ha mantenido contacto hasta hoy en día.

“Jugando en el Canoe, alguna vez me fui a competir con mi equipo de atletismo [CEAT CajaCanarias] en salto de altura”, confiesa una vez que la pena ya ha prescrito. Y desde esa visión de niña que en su día se acercó a un deporte cercano, cree que la disputa del Mundobásket 2018 en Canarias “puede animar a muchas niñas a decantarse y yo diría que hasta a encantarse con el baloncesto. Hay un impulso que hay que aprovechar, pues vivir de cerca un acontecimiento de este nivel deja un sentimiento que no desaparece nunca”.

Eso sí, estima que “ese recuerdo será más intenso cuanto más lejos llegue la selección española”. Además, Anula no tiene dudas de que el campeonato “será muy seguido por el público tinerfeño” y que España tendrá “el máximo apoyo”. “Admito que para mí es difícil situarme en la realidad actual de las islas, pues llevo un año aquí tras vivir en Italia desde 2003, además en una localidad de 60.000 habitantes en la que no existían equipos de baloncesto femenino en ninguna categoría... excepto en minibásket mixto y sin competición”, agrega.

En todo caso, es consciente de que “en España se vive en los últimos años una edad de oro del baloncesto”, por lo que confía que el Mundobásket tenga “mucha repercusión popular”. Eso sí, lamenta  que la cita no llegue a más islas, “porque es una ocasión que se presenta pocas veces y viajar a otra isla no es sencillo para todos”. Por eso, confía en que “las autoridades o la propia FEB faciliten en lo posible la movilidad de aficionados entre islas y el acceso a los partidos para que todos los canarios disfruten de este gran acontecimiento”.

Lo dice una niña prodigio que en edad infantil brillaba en el Luther King que dirigían Esperanza Romero y Juan Carlos Foncho Afonso. Y que debutó en la élite con quince años, en el Cepsa 88-89 que, de la mano de Ramón Cubeles, acabó el campeonato en la tercera plaza. Al curso siguiente ya era titular en el equipo tinerfeño, entonces entrenado por Paco Apeles. Y no tardó en emigrar a la Península. “Todo fue muy rápido: con 17 años me fui al Cajasegovia y jugaba bastante, pero al mes y medio me rompí el ligamento cruzado anterior”, recuerda.

Anula permaneció casi seis meses de baja, pero acabó la liga 90-91 con las segovianas y en aquel verano estuvo en la selección española junior. ¿Situación reconducida? Pues no. Al curso siguiente volvió a romperse el ligamento cruzado. Y otra vez en la misma rodilla. “Con 19 años, en la mesa de operaciones, el médico me dijo que me olvidara del baloncesto. Pero soy muy cabezota... y no le hice caso”, apunta. En aquella recuperación ayudó Jorge Valdano, poco antes de incorporarse al Tenerife para otro milagro, de carácter futbolístico.

“Me lo presentaron en un restaurante en Madrid, le conté el caso, me recomendó un fisioterapeuta y fue mano de santo”, explica Anula. Estudiante de Educación Física en el INEF de Madrid, la escolta lagunera aprovechó que el Plan ADO dejó al Canoe 92-93 sin aleros y encontró hueco en un equipo que relanzó su carrera. Luego, tras un paréntesis de un año en el Banco Exterior, su notable curso en el Canoe 94-95 la catapultó hacia la selección española de Manolo Coloma, técnico ligado a la escuadra madrileña.

Más allá de la tozudez de Nieves y de la fisioterapia, existe otra clave en su explosión: “En el Canoe tuve la suerte de estar con Mariano Parra, el mejor técnico que he tenido, que venía de dirigir al Tenerife Baloncesto; con él empecé a jugar a baloncesto, no sólo a correr por la cancha”, explica Anula, quien siempre dedicó todos sus títulos a este “amigo especial y fantástico entrenador”, fallecido en septiembre de 1997 con 40 años en accidente de tráfico. Dos años antes, con Parra como ayudante de Coloma en la selección, debutó como internacional.

No fue sencillo el estreno de Anula con España, pues se le adjudicó el papel de sustituta de Blanca Ares, leyenda que abandonó la selección con apenas 23 años y en el mejor momento de su carrera. Nieves heredó su número seis... y también su protagonismo: debutó con ocho puntos ante Cuba y en su tercer partido, 18 puntos a Japón, ya fue la máxima anotadora por encima de Álvaro (14), Mújica (12) o Cebrián (12). “De los recuerdos más bonitos que tengo de la selección es el día del debut, con una mezcla de emoción y respeto”.

“Con 22 años recién cumplidos, no es fácil compartir cancha con jugadoras que me parecían monstruos y que venían de disputar los Juegos de Barcelona 92 o de ganar el oro en el Eurobásket de Italia al año siguiente”, afirma Anula, que sería titular en el Eurobásket 95 de Brno (República Checa), donde España acusó la baja de Marina Ferragut y una extraña derrota tras dos prórrogas ante Hungría (105-108) que la condenó a la novena plaza. Al curso siguiente, la jugadora lagunera ya lideró al Canoe 95-96.

Vital con 15 puntos en la final de la Copa de la Reina ganada al imbatible Godella, Anula dice que “de todos los títulos que logré, me quedo con ése por el clima familiar que había y la emoción de jugar un baloncesto entusiasmante”. Mientras, en la selección obtuvo aún más importancia y saldó el preeuropeo de Oviedo –que le dio plaza a España para el Eurobásket 97 de Budapest– con 9,4 puntos de promedio. La progresión no se detendría: en la cita húngara fue la máxima anotadora de España con 15,4 puntos de promedio.

Anula fue además la mejor jugadora española en un torneo en el que la selección fue quinta tras ganar a Serbia y Rusia. “En Hungría tuvimos opciones de medalla, pero faltó el último paso”, señala una jugadora que tras el campeonato se fue al Pool Getafe 97-98... de nuevo como sustituta de Ares. Firmó un curso ejemplar: logró el doblete Liga-Copa en España y fue subcampeona de la Copa de Europa al caer en la final ante el Bourges (76-64). La guinda llegó en el Mundial de Alemania 98: España fue quinta y Nieves la mejor jugadora nacional.

“En el cruce de cuartos de final nos tocó Australia y ahí no hubo nada que hacer, pero jugar un Mundobásket, contra equipos como Estados Unidos, China, Japón, Cuba... Sabes que es algo especial y que puede no volver a suceder”, dice Anula, quien recalca que, “para Tenerife, acoger una cita así es algo único que tiene repercusión turística y deportiva”. Por eso lamenta la ausencia de España del Eurobásket de Polonia 99, al fallar en el preeuropeo de Croacia. Sin partidos oficiales durante casi dos años, Vicente Rodríguez sustituyó a Coloma en el banquillo.

Por el camino, la desaparición del Pool Getafe hizo que Anula volviera al Canoe y se convirtiera en la principal figura del baloncesto español. MVP de la liga 98-99 y máxima anotadora con 26,5 puntos por partido, firmó seis rebotes, tres robos y dos asistencias por choque, eliminando prejuicios sobre su corpulencia, su defensa o su egoísmo. Con porcentajes cercanos al 50% en tiros de tres puntos, fue la primera mujer en participar, dos cursos seguidos, en el concurso de triples ¡de la ACB! con los mejores jugadores de la liga española.

“Fue un honor. Pasé muchos nervios, pero los recuerdos son imborrables”, explica sobre su presencia en las fiestas ACB de Manresa y Málaga con cracks como Herreros. Eso sí, Anula sufriría la renuncia del Canoe a seguir en la élite, lo que la llevó al Ros Casares, donde ganó la Liga 00-01 y consolidó su estatus en la selección. Líder de España en el Eurobásket de Francia 01, firmó un torneo de ensueño: quinta anotadora del torneo con 14,3 puntos por partido y un 56,5% de acierto en los triples, brilló en el rebote (4,6) y las asistencias (2,4).

Además, remató la cita con 28 puntos a Lituania (89-74), decisivos para lograr la medalla de bronce. “Es mi mejor recuerdo con España, por el éxito colectivo y porque me fue muy bien”, destaca Anula, quien consolidada en la élite europea se comprometió con los Phoenix Mercury de la WNBA, liga profesional norteamericana. Ilusionada con la aventura USA, un problema de visado retrasó su llegada y, una vez en Phoenix, la entrenadora Cinthya Cooper le confesó “con toda tranquilidad” que no la incluirá en el equipo “porque no era americana”.

“Estuve con ellas un mes y sólo jugué un amistoso. Pregunté qué pasaba y me dijo que sólo entraría en el roster si se lesionaba una compañera, así que me fui. Tal vez fue un error, pero me pareció deprimente”, explica. ¿Solución? Fichó por el Universitat de Barcelona y logró el subcampeonato liguero 01-02. Titular en el equipo catalán, firmó más de treinta minutos y 16 puntos por partido y clasificó a  España para el Eurobásket de Grecia 03 con un grupo al que se sumaron Marta Fernández, Nuria Martínez, Laia Palau o Luci Pascua.

Entonces, en la fase de preparación para el Mundial de China 2002 y con plaza fija en el equipo nacional, una lesión en el cartílago de una rodilla la dejó fuera de la cita asiática y precipitó su retirada. ¿Fin de la historia? Pues no. Se trasladó a Italia y jugó tres años en el Cras Taranto. “Fue duro no ir a China porque jugar un Mundobásket es diferente, pero en Italia recuperé la motivación y ganamos una Liga y la Copa de Italia”, explica Anula, recuperada para el básket por Txema Irazoqui, “el mejor preparador atlético que haya conocido, gran profesional y persona fantástica”.

Y aunque brilló en la mejor competición de Europa... no volvió a contar para Vicente Rodríguez, entonces seleccionador español. “Se respetan todos los criterios y no hay rencor”, zanja. Instalada en Italia “porque necesitaba asomarme a la ventana y tener el mar al lado”, Anula se retiró en 2006 para convertirse en una prestigiosa osteópata en San Benedetto del Tronto, a orillas del Adriático. Y allí vivió junto a su pareja y su hija Naira, próxima ahora a cumplir cinco años, hasta que en agosto de 2017 regresó con su familia a Tenerife.

Instalada en su Isla, Nieves confía en que el Mundobásket “sea un gran espectáculo, al que espero asistir en persona. ¿Opciones de medalla para España? No será fácil, pero estoy segura de que las expectativas de las propias jugadoras aún son más altas que las de los aficionados”.

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