AENA y sindicatos se reúnen para evitar la huelga de Semana Santa y verano
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
AENA y los representantes sindicales de CC.OO., UGT y USO en el ente se reunirán este jueves en su primer encuentro, tras la anunciada convocatoria de 22 días de huelga en Semana Santa y verano, en un intento por evitar los paros que solo con su mero anuncio ha provocado el rechazo firme del sector turístico y de los usuarios.
El ministro de Fomento, José Blanco, insistió en que el empleo y los derechos de los trabajadores están garantizados en el nuevo modelo de AENA, que seguirá siendo “pública”, y envió un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos porque “con determinación y con diálogo” se logrará un acuerdo.
Al encuentro, que tendrá lugar a primera hora de la mañana en la sede de AENA, según confirmaron ambas partes, los sindicatos acuden “escépticos”. “Pedimos que se garanticen los derechos colectivos de los trabajadores para no convertirnos algunos en seis meses en una diana andante dentro de la nueva AENA”, aseguraron fuentes sindicales a Europa Press.
“No vamos a desconvocar una huelga si no salimos de la reunión con la garantía por escrito de que los derechos individuales de los trabajadores y de sus condiciones laborales se reconocerán en un convenio de grupo. No estamos reivindicando ni un solo euro”, apuntaron las mismas fuentes.
Los sindicatos consideran que la convocatoria se ha anunciado “con suficiente” antelación y se muestran dispuestos a “negociar en la arena”, pero no se darán satisfechos “solo con promesas y un calendario de negociación”. “Esto no servirá”, indicaron.
No obstante, afirmaron que acudirán al encuentro “con la misma voluntad negociadora” de solucionar este conflicto con la que durante meses se sentaron a la mesa de negociación de la que se levantaron por considerar que “se dilataba en el tiempo sin avances”.
“Si lo que hemos escuchado a Blanco decir se pone en un papel no habrá problema”, señalaron para aclarar que la garantía de los derechos individuales “no es suficiente”, ya que aquellos trabajadores que pasen a las empresas concesionarias “quedarán fuera del paraguas”.
Los trabajadores ven con malos ojos la concesión de la gestión de las dos principales 'joyas' de la corona de AENA, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, a la que temen sigan otras como Palma de Mallorca y Málaga, pues consideran que se limitará la promoción de los trabajadores que pasen a las empresas adjudicatarias con respecto a los que queden vinculados al ente. Esto para los sindicatos requeriría “tocar el actual convenio colectivo”.
AENA y los sindicatos CC.OO., UGT y USO pactaron en el pasado 24 de enero extender la aplicación del V Convenio actualmente en vigor a la sociedad mercantil Aena Aeropuertos, en la que se dará entrada hasta un 49% de capital privado, y a las sociedades filiales que se creen en un futuro. No obstante, este proceso requiere de una serie de trámites jurídicos un proceso que puede llevar tiempo.
Los sindicatos de AENA han convocado paros para los días 20, 21, 24, 25 y 30 de abril; los días 2, 14, 15, 19 y 20 de mayo; los días 13, 23 y 30 de junio; los días 1, 2, 3, 4, 15 y 31 de julio y en agosto los días 1, 15 y 31. De esta forma, los paros coincidirán con la Semana Santa, con el Puente de Mayo y con las operaciones salida y retorno en plenas vacaciones de verano.
“JAQUE” AL TURISMO
Mientras tanto desde el sector turístico se apeló a la responsabilidad de las partes para logran un acuerdo lo antes posible que anule la convocatoria ya que, si finalmente se lleva a cabo en las fechas anuncias, supondrá “un jaque mate” para el turismo.
La Mesa del Turismo, que agrupa a una treintena de empresas turísticas, apuntó que “una gran parte del daño ya está hecho” con el mero anuncio de la huelga. Con la misma rotundidad, las patronales del sector rechazaron el preaviso que afecta “de lleno al sector” en plena recuperación.
La patronal hotelera aseguró que el anuncio de los paros pone “en serio peligro la imagen” de España como destino turístico y causa “nuevos y graves perjuicios”, lo que conllevará a “irreparables pérdidas” socioeconómicas, a la vez que perjudicará a los propios ciudadanos.
