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El Ayuntamiento 'rescata' a empleados de Fundescan

Treinta alumnos y cinco profesores de la Escuela Taller de Jardinería que se venía desarrollando en el barrio de El Batán, en Las Palmas de Gran Canaria, y que llevaban tres meses sin cobrar por los problemas financieros de Fundescan, pasan a estar gestionados desde esta semana por el Consistorio capitalino, quien se responsabiliza del pago de sus salarios y gestión de la actividad durante los próximos doce meses.

Esta posibilidad de “rescate”, como lo calificó el concejal de Empleo, Augusto Hidalgo, comenzó hace unas semanas cuando la Fundación hizo público su “difícil situación económica”, que dejó en situación “de desamparo” a muchos trabajadores dependientes hasta hace tres meses del sindicato UGT. En ese momento, y ante la posibilidad de “tener que rescindir contratos”, el Ayuntamiento decidió asumir la gestión de la subvención concedida por el Gobierno canario.

Esta medida tiene tres objetivos, señaló Hidalgo, que son “evitar el coste social de perder el dinero público invertido en Las Palmas de Gran Canaria, evitar la pérdida de los puestos de trabajo y proseguir con las labores de acondicionamiento de las laderas del barrio de El Batán”.

Estos alumnos, bajo la coordinación de cinco monitores, pretenden “limpiar y embellecer” los espacios libres del citado barrio en el plazo de un año, a la vez que “reciben una formación para el empleo vital en los tiempos actuales”, explicó el concejal.

Los alumnos y monitores no podían disimular su satisfacción después de encontrarse, “de la noche a la mañana en una situación muy difícil”, como explicó Marta Guzmán, de 21 años. En este tiempo “no hemos tenido un salario y encima, no podíamos dejar de venir a nuestro puesto de trabajo”. Gracias al apoyo familiar pudieron asumir la situación, a la espera de una solución que ha llegado este miércoles.

Marta también desveló que en estos meses carecían de lo básico para desarrollar su actividad, desde el material necesario para llevar a cabo las actividades propias de la jardinería, o agua “para lavarnos las manos”. Ahora y con la perspectiva de “empezar a cobrar de nuevo” prometen que “tiraremos voladores”.

El futuro ya lo ven con otros ojos. Joel Granado, de 24 años, confía en formar parte del 80% de alumnos de estos proyectos de inserción laboral que según las encuestas terminan trabajando nada más finalizar la Escuela Taller. Y más ahora, que tras “el rescate” del Ayuntamiento “tenemos posibilidades de terminar el segundo año que es el más importante en cuanto a contenidos.

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