La exigencia bilateral de garantías a Grecia puede precipitar su quiebra, según Moody's
LONDRES, 22 (EUROPA PRESS)
La búsqueda de acuerdos bilaterales de garantías entre Grecia y varios países de la eurozona a semejanza del pacto alcanzado entre el país heleno y Finlandia ilustra las diferencias existentes sobre el rescate en el seno de la zona euro y amenaza con retrasar la concesión de ayudas financieras a Grecia, precipitando así el 'default' del país heleno, según ha advertido la agencia de calificación Moody's.
De hecho, la agencia advierte de que, si se generalizasen, estos acuerdos bilaterales serían negativos para el perfil de crédito de Grecia y de otros países que están recibiendo o podrían recibir potencialmente un rescate, al ilustrar las persistentes diferencias entre los países de la eurozona a la hora de prestar asistencia a sus socios.
“La búsqueda de este tipo de acuerdos podría retrasar el siguiente tramo de ayuda financiera a Grecia, precipitando así un 'default' de sus obligaciones de pago”, explica la calificadora.
A este respecto, la agencia señala que la contribución de Finlandia al paquete de ayuda representa sólo un 2% del total, mientras que otros países como Países Bajos, Austria, Eslovenia y Eslovaquia, que han mostrado su interés en suscribir sus propios acuerdos de garantías, cuentan con una mayor participación en el rescate.
Así, Moody's subraya que la proliferación de estos acuerdos de garantías limitaría la disponibilidad de fondos para futuros rescates, así como el importe de los paquetes de ayuda que, de hecho, podrían recibir los destinatarios, e implicaría que “algunos países de la eurozona soportarían una parte desproporcionadamente mayor de los riesgos asociados a la concesión de ayudas a otros miembros”.
“Las profundas fisuras entre los aparentemente unidos países de la eurozona evidenciadas por estas demandas, incluso en un contexto en el que Alemania y Francia pretenden fortalecer las instituciones europeas, generan preocupaciones adicionales respecto a los condiconantes y la naturaleza de los actuales mecanismos de apoyo financiero”, añade.
En este contexto, Moody's advierte de que el acuerdo entre Finlandia y Grecia cuestiona la voluntad y la capacidad de algunos políticos de la eurozona para aplicar las medidas necesarias para preservar la estabilidad de la Unión Monetaria Europea, a la vez que añade más presión sobre Alemania y Francia para que fortalezcan su posición en defensa del proyecto del euro.
Por estos motivos, Moody's espera que, finalmente, “el resto de países de la eurozona rechacen el acuerdo entre Finlandia y Grecia”, aunque admite que “el mensaje enviado por tales peticiones confirma la división en Europa sobre el hecho mismo de prestar asistencia a sus miembros y no sólo sobre el importe de la misma”.