El vino canario buscará su pasaporte hacia nuevos mercados
A las puertas del cierre de 2009, la presencia de los vinos canarios más allá de las fronteras insulares es anecdótica. De hecho, sólo el 5% de las 240 bodegas del Archipiélago están desarrollando planes de marketing exterior y apenas el 1% de la producción de las Islas se está vendiendo fuera de nuestras fronteras. Es la gran asignatura pendiente que el sector se ha propuesto superar en 2010 y uno de los principales retos que tiene por delante para garantizar su futuro.

Con la apertura hacia nuevos mercados como horizonte, la Comisión de Agroindustria de la Cámara de Comercio y la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO) han dibujado una hoja de ruta para el sector, que pasa por países como Suecia, Noruega, Alemania, Estados Unidos o Canadá.
El presidente de la Comisión y de AVIBO, Juan Jesús Méndez Siverio, explica que entre los logros de 2009 figura la constitución del Consorcio de Exportación del Vino Canario, al que ya pertenecen 12 bodegas del Archipiélago. Según afirma, es un auténtico aliado para lograr la comercialización del vino canario en el mercado internacional con un objetivo que ahora parece una utopía: que a medio plazo se consiga vender fuera al menos un 20% de la producción.
El etiquetado bajo una única Indicación Geográfica Vinos de Calidad de Canarias es otro de los deseos que el sector necesita ver cumplido en 2010 para conseguir esa mejora en su cuenta de resultados y de su posicionamiento tanto en otros países como en el mercado peninsular.
El nuevo régimen de ayudas Posei-RUP que la Unión Europea aprobó en abril para el sector vitivinícola canario, y al que los productores han calificado como un “logro histórico”, también promete contribuir a ese sueño. Según Méndez Siverio, la decisión de aumentar las ayudas de 600 euros a 1.650 euros por hectárea, pasando de los 2,5 millones de euros anuales a unas ayudas de más de 9 millones a partir de 2010, “es una auténtica tabla de salvación para una actividad que lleva mucho tiempo con el agua al cuello y en desigualdad de condiciones con otras regiones ultraperiféricas. Además, no sólo casi se quintuplican las partidas, sino que se amplía las ayudas a los procesos de transformación y de comercialización exterior.
Pendiente
Pero, en la carpeta de asuntos pendientes todavía figuran cuestiones que el sector considera vitales y que llevan mucho tiempo reivindicando, como es la modificación del arancel a la Importación y Entrada de Mercancías (AIEM). Para el presidente de la Comisión de Agroindustria de la Cámara y de AVIBO “está claro que el AIEM se está convirtiendo en un auténtico obstáculo para la competitividad de los vinos canarios, no sólo porque grava los insumos importados necesarios para su comercialización, como el corcho o las cajas, sino porque, paradójicamente, deja entrar sin gravamen alguno a los vinos y mostos foráneos”.
Por eso, el sector pide al 2010 que el Gobierno de Canarias aplique el gravamen del 5% de AIEM al vino y mosto importando, que actualmente entra sin ningún tipo de imposición, y que, a medio o largo plazo este porcentaje se eleve al 15%, como ya se hace con la cerveza y el ron“.
Lograr un producto más competitivo, recortando la diferencia de precio que hace que un vino del Archipiélago de semejantes características que uno peninsular sea hasta un 30% más caro, pero también conseguirlo a través de políticas de calidad. Para ello el sector también quiere sacar adelante la Fundación Canaria del Instituto del Vino y la Viña y conseguir que en 2010 se apruebe la Ley de la Viña y del Vino de Canarias, que acomode la normativa europea y nacional a la escala y peculiaridades del sector en las Islas y, al mismo tiempo, lo sitúe como actividad agrícola estratégica.