''Contribuimos en la generación de valor para Canarias''
Hijo de madre sueca y padre español, Miguel Quintanilla nació el 19 de abril de 1979 en Solna, Suecia. Según cuenta, su nacimiento en el exterior se debió a que en aquellos años la cobertura sanitaria sueca era más amplia que la española y algo más avanzada. Lo cierto es que, a pesar de sus raíces, toda su formación académica y profesional la ha desarrollado en el archipiélago.
Este canario nacido en Suecia es actualmente gerente de SCI, empresa spinoff de ambas universidades canarias y fundada en Las Palmas de Gran Canaria en Abril del 2000. Miguel recuerda claramente los comienzos de SCI, “Nosotros en el 98, como grupo de investigación, arrancamos un proyecto que consistía en dar al Gobierno de Canarias una solución que le permitiese gestionar dispositivos de seguridad física (control de acceso, video vigilancia, intrusión) de diferentes fabricantes, que tenía instalado en muchos de sus edificios, dispersos entre las islas, con distintas formas de trabajo, etcétera”.
Miguel explica que en aquella época, cada instalación de seguridad se diseñaba de forma independiente sin atender a unas especificaciones corporativas homogéneas por lo que no había forma de consolidar la información de todos aquellos sistemas en una única plataforma de gestión. Es así que desde la Dirección General de Telecomunicaciones se les pide que desarrollen una solución a ese problema.
El gerente de SCI recuerda que comenzaron a trabajar con ese proyecto en 1998 y a principios del año 2000, disponían ya de una primera solución para dar respuesta a las necesidades planteadas. En seguida comprendieron que era una solución exportable a otros clientes, más allá del Gobierno de Canarias, pero que para poder implantar y mantener un sistema como el diseñado en el Gobierno de Canarias o en otros clientes necesitarían de una agilidad y flexibilidad que en aquel momento no encontraban en las unidades de gestión de proyectos de la universidad.
La empresa cuenta con 7 accionistas, todos ellos privados y canarios. Además de Miguel, los propietarios de la empresa son Juan Domingo Sandoval, Doctor en Telecomunicaciones y titular en la Universidad de Las Palmas y Director de la División COM del IUMA, quien tiene más del 80% de las participaciones, y Francisco Domínguez, director de proyectos de la empresa. Juan Sandoval dirigía el grupo de investigación que en 1998 comienza con el desarrollo del sistema de seguridad y es el principal promotor de SCI. El resto de los socios son minoritarios, con un 1,7% de participación.
La empresa hoy en día cuenta con 12 empleados, pero en sus comienzos solo tenía dos socios, Juan Domingo Sandoval y Félix Herrera Priano (profesor de la Universidad de la Laguna) y ningún empleado contratado directamente. Durante los primero años de SCI, todo el capital aportado a la empresa se destinó a actividades de I+D, para ello se firma un convenio marco de colaboración con la ULPGC y el Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) por medio del cual, SCI financiaba determinados proyectos de desarrollo que más adelante se incorporaban a la empresa mediante mecanismos de transferencia tecnológica.
“Es decir, la empresa firmó un convenido de colaboración con el Instituto y con la Universidad, a través de ese contrato la fundación tenía asignado un proyecto en el que la empresa podía ingresar dinero con el que contratar personal técnico destinado al desarrollo de proyectos de I+D vinculados al sistema de seguridad”, explica Miguel.
Para el joven empresario ha sido decisivo en la historia de la empresa que la Dirección General de Telecomunicaciones entendiera que el proyecto no debía quedar solamente en la primera versión que entregaron en el 2000, que les resolvía parcialmente el problema, sino que era necesario seguir invirtiendo en el desarrollo del producto del producto hasta que este se adecuara perfectamente a los requisitos de esta administración.
Durante los primeros años el sistema fue operado exclusivamente por técnicos de SCI, mientras que de forma progresiva se iba transfiriendo el know-how a los técnicos del Gobierno de Canarias de forma que se les iba dotando de una mayor autonomía. Hoy en día, el contrato de soporte y mantenimiento del sistema se reduce a las tareas de mantenimiento preventivo del software y despliegue de nuevas versiones (actividades que se ejecutan con periodicidad anual).