''Cada día que pasa, las medidas a tomar tienen que ser más duras''
“Canarias está mejor que el resto del Estado”. El consejero de Economía del Gobierno regional, Javier González Ortiz, se ha mostrado tajante respecto al estado de las cuentas autonómicas para este año y a propósito de la previsión de nuevos recortes que se avecinan tras el techo de déficit aprobado por el Eurogrupo para España. En declaraciones al programa Tiempos Modernos, de CANARIAS AHORA RADIO, González Ortiz ha insistido en la línea que mantiene desde hace meses el Ejecutivo canario: “Las previsiones para 2012 en Canarias son superiores que para el estado español”.
El consejero ha criticado, no obstante, la incertidumbre en torno a la que se han tenido que elaborar las cuentas autonómicas, debido al aplazamiento de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El Gobierno que dirige Mariano Rajoy tiene previsto aprobar los PGE una semana después de la celebración de los comicios andaluces. El PP aspira, por primera vez en democracia, a gobernar en Andalucía.
“Cada día que pasa, la medidas a tomar tienen que ser más duras”, ha apuntado el consejero, en referencia a los ajustes que se esperan tras la presentación, el próximo día 30 (un día después de la huelga general convocada por los isndicatos), de las cuentas estatales. A ello se suma el limite de endeudamiento impuesto por la Unión Europea, un 5,3%, lo que supone cinco décimas menos que la previsión del 5,8% a la que aspiraba el Gobierno central. Para González Ortiz, esta contención del déficit se trasladará a las comunidades autónomas en forma de nuevos recortes: “Si los recortes esos se hacen sobre las autonomías se pueden producir afecciones sobre los servicios públicos”.
La espera ha provocado, entre otras cosas, que Canarias se haya visto obligada a sacar adelante unas cuentas comprometidas, de modo que “las decisiones finales estrarán todas condicionadas en función de PGE”. “El presupuesto de este año se hizo prácticamente partiendo desde cero”, ha resaltado el consejero, “incluyendo qué teníamos la obligación de incluir”. Esto, según González Ortiz deja poco margen de maniobra para “apretarse el cinturón”.
El reto es que el Estado sea quien asuma esos recortes, con la contención del gasto, pero también con medidas impositivas que aumenten las arcas nacionales, y no lo traslade al déficit autonómico. “Ya hemos dicho todas las autonomías que esto no es justo”, ha resaltado, “todas las comunidades le han dicho al Estado que tiene que tomar medidas generales, que defina cuál es la cartera general servicios públicos” cuyas competencias están delegadas.
Perjuicio para Canarias
El consejero canario de Economía ha criticado las políticas estatales que están afectando negativamente al archipiélago. En primer lugar, se ha referido a las declaraciones realizadas este lunes por el ministro de Turismo, el canario José Manuel Soria, sobre la necesidad de “fidelizar el turismo de sol y playa”.
“Lo que venimos haciendo desde hace unos años”, ha reivindicado González Ortiz, es un turismo “que apostase por la innovación, que nos llevase a generar más empleo y más calidad sin que consumiese más suelo”. Se trata del modelo defendido el mismo lunes en el Parlamento canario por la consejera de Empleo, Margarita Ramos y que propone diversificar la oferta de las islas, al igual que la economía.
En este sentido, el consejero ha hablado también de las políticas en materia energética (cuya cartera depende del mismo Soria) “que van en contra de los intereses de canarias”. Con respecto a la suspensión de las primas a las renovables, ha insistido en que “si es desde el punto de vista económico, la perspectiva es errónea”, mientras que en lo que se refiere a la autorización de las prospecciones petrolíferas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura ha repetido que “pone en riesgo el modelo económico por el que ha apostado canarias”, pese a que los beneficios pudiesen revertir en las islas: “Podría ser pan para hoy y hambre para mañana. ”¿Cuánto tiempo puede pervivir la explotación del petróleo?“, se ha preguntado, ”¿20, 25 años? ¿Y después?“.