Las entidades sociales ven peligrar proyectos que fomentan la inserción laboral de más de 600 personas
Las entidades sociales de la Red Anagos, que desarrollan proyectos de formación y empleo para personas con dificultades para la inserción laboral, lamentan la “falta de respuesta y compromiso del Servicio Canario de Empleo ante la crisis causada por la COVID-19” y se enfrentan a una incertidumbre que podría llevar al cierre de proyectos que en la actualidad prestan servicio a más de 650 personas usuarias.
Canarias es uno de los territorios de Europa con las mayores tasas de desempleo. Con ese desalentador panorama tienen que lidiar quienes lo tienen aún más complicado: los mayores de 45 años parados de larga duración, los jóvenes sin formación o sin experiencia (o ambas), las personas en exclusión social o con discapacidad. Por ejemplo, más de un 80% de personas con un trastorno mental está en desempleo. Además, la Red Anagos subraya que el modelo productivo canario, excesivamente dependiente de factores externos con un casi 35% del PIB proveniente del turismo, “nos coloca constantemente en una posición de debilidad por no disponer de la suficiente soberanía económica para enfrentar circunstancias como la actual pandemia”.
La Red canaria de entidades de promoción e inserción socio-laboral, que en la actualidad aglutina 20 organizaciones, trabaja desde hace 25 años por hacer frente a esta realidad generando oportunidades para los colectivos de difícil inserción laboral apostando por un modelo económico más diversificado y sostenible, donde la economía social y el emprendimiento solidario tenga un papel protagonista.
Una de las herramientas para llevar a cabo esta labor va de la mano con el Servicio Canario de Empleo a través de la colaboración en proyectos anuales de formación, como los Proyectos de itinerarios integrados de inserción laboral, Proyectos de formación en alternancia con el empleo y Proyectos experimentales. Solamente el año pasado las entidades de la red que cuentan con servicios de formación y empleo atendieron a más de 13.600 personas en situación de difícil inserción laboral, cerrando más de 3.800 contrataciones, de las que un 57% fueron para personas con otra dificultad añadida como puede ser tener discapacidad o estar en situación de exclusión social y por tanto, de mayor vulnerabilidad.
Antes de la declaración del estado de alarma, ya estaban en marcha para 2020 un total de 20 proyectos conveniados con el Servicio Canario de Empleo dando servicio a unas 650 personas pero las entidades sociales temen que si no son capaces, y con toda probabilidad no lo serán, de cumplir los objetivos que marca el Servicio Canario de Empleo, como por ejemplo un número determinado de contrataciones, se vean en la obligación de devolver, parcial o totalmente, los fondos públicos concedidos para su puesta en marcha. “El panorama laboral en el momento en el que se fijaron y comprometieron esos objetivos nada tiene que ver con la realidad actual y futura, en la que ya hay expertos que auguran que la crisis económica por la pandemia del coronavirus colocará a Canarias con una tasa de desempleo cercana al 50%, la más alta de Europa”, apunta la Red en un comunicado.
“Si el Servicio Canario de Empleo obliga a la devolución de los fondos por no lograr los contratos comprometidos en las condiciones de duración establecidas, las entidades no solo tendrán que cancelar los proyectos, sino que muchas verán muy de cerca el peligro de no poder continuar su labor sociolaboral y podrían verse abocadas al cierre definitivo”, asevera la Red.
Ante esta preocupante situación, la Red Anagos ha trasladado a la Dirección del Servicio Canario de Empleo en varios comunicados una batería de propuestas de adaptación de los proyectos a la situación actual, insistiendo especialmente, en la supresión del objetivo de inserciones comprometidas, así como rebajar las exigencias de formación propuestas en los proyectos, adaptándose al panorama actual (personas sin recursos, medios, competencias, etc. en una situación de confinamiento que genera una incertidumbre preocupante y que repercute y repercutirá en la salud de la población). Además, la Red Anagos ha ofrecido la participación y asesoramiento de las entidades especialistas en el trabajo y acompañamiento con personas pertenecientes a colectivos de difícil inserción.
Para las organizaciones, la respuesta de la Dirección ha sido hasta la fecha “muy poco tranquilizadora”, “limitándose” a solicitar que se mantengan a la espera “con una actitud que denota falta de empatía hacia las personas usuarias y las entidades sociales”. En este contexto, la Red Anagos ha solicitado una reunión con la Consejera de Economía, Conocimiento y Empleo, Elena Máñez, para exponer la delicada situación en la que podrían encontrarse la entidades sociales de no ajustar las exigencias a la actual situación de crisis y deterioro económico que encontraremos tras el confinamiento y demandar, además, “un compromiso firme que evite la indefinición e indefensión jurídica que están encontrando las entidades sociales colaboradoras del SCE”.
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