La deuda hipotecaria podría frenar el crecimiento económico en España
El Fondo Monetario Internacional ha alertado de que España podría caer en un período de crecimiento lento si los hogares reducen su consumo ante el gran peso de las hipotecas en la economía familiar.
En su revisión anual de la economía española, el Consejo Ejecutivo del FMI apuntó al elevado endeudamiento privado como la principal amenaza para la buena marcha de la economía española.
Específicamente, al Fondo le preocupa que los españoles cada vez deban más a los bancos por sus viviendas y en un momento en que los tipos de interés europeos están al alza, el organismo teme que las familias se sienten a hacer sus cuentas y decidan reducir su consumo.
Eso actuaría como un frenazo sobre el pistón económico, puesto que la institución considera que hay bastantes obstáculos para que las empresas pasen a concentrarse y a vender en el exterior ante la posible contracción del mercado interno, explicó a la prensa Alessandro Leipold, subdirector del Departamento de Europa.
Pese a estas advertencias, el futuro más probable para la economía española es una “desaceleración gradual del crecimiento”, según Leipold.
En el terreno inmobiliario, el Fondo prevé que continúe la tendencia al enfriamiento hasta que “en un año o año y medio” los aumentos anuales sean similares al incremento de los ingresos de los españoles, que se han colocado en media entre el 3 y el 4%, explicó Julio Escolano, otro directivo del Departamento de Europa del organismo.
La desaceleración del precio de la vivienda es una mala noticia para los constructores y agentes inmobiliarios, pero por ahora no para la economía en general, según Leipold.
“No ha habido realmente un gran impacto en la economía y tampoco predecimos que lo haya”, dijo. De hecho, a juicio del Fondo, el fin de las subidas desorbitadas del precio de la vivienda es algo positivo para una economía que dependía excesivamente de la demanda interna.
Leipold añadió que “hay signos” de que el crecimiento español se reequilibra, con un aumento de la inversión de las empresas y de las exportaciones.
Pese a que el FMI apuesta por que el futuro será benigno para la economía española, instó también al Gobierno a tomar medidas para impedir que los riesgos se materialicen.
Así, pidió tanto al Gobierno central como a las comunidades autónomas que ahorren más. El sector público registró el año pasado un superávit “sin precedentes” equivalente al 1,8% del Producto Interior Bruto (PIB), pero el FMI apuntó que se debió al aumento de la recaudación y que los gastos también se han incrementado.
Por ello, instó a las autoridades a resistir la tentación de gastar más y que impidan que el aumento del gasto primario -los gastos sin contar el pago de la deuda- supere la subida anual del PIB.