Luengo duda de la eficacia de las alertas antitabaco
La consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, se ha alineado en el Parlamento con el sector tabaquero de las Islas en contra de la nueva directiva sobre el tabaco que prepara la Comisión Europea, que en su actual redacción puede llevar a desaparecer a un sector que genera el 14% del PIB del Archipiélago. Un sector que genera 3.700 empleos directos y unos ingresos de 160 millones de euros al año para las maltrechas arcas canarias que se eliminarán con la implantación de un etiquetado genérico y una homogeneización del producto que constreñirá el desarrollo de la industria en las Islas.
Para Luengo, “no hay ninguna evidencia científica que pruebe” que incrementar hasta en un 75% el tamaño de las advertencias sobre los efectos del tabaco en la salud “vaya a reducir su consumo”, por lo que ha abogado por “conciliar el interés de salud publica con el empleo y con la actividad económica”. Además, la consejera aseguró en la Comisión de Industria que la directiva europea puede tener el efecto paradójico de que la competencia ya no se haga por marcas, sino por precio, lo que permitirá que los jóvenes consuman cigarrillos más facilmente, que es lo que precisamente la Unión Europea (UE) dice querer evitar.
Asimismo, si el producto no podrá distinguirse en el empaquetado y solamente se podrá competir en el precio, las empresas reducirán costes y la industria se deslocalizará en el Archipiélago en busca de mano de obra más barata.
Unanimidad
La totalidad de los grupos parlamentarios estuvieron de acuerdo con la consejera, en línea con el apoyo ya expresado por el propio Parlamento a finales de 2012 como con la reciente cumbre celebrada por los presidentes de Cantabria, Andalucía, Extremadura, Canarias y La Rioja.
Así, la presidenta del Grupo Socialista, Dolores Padrón, expresó su deseo de que el Gobierno central obligue a la UE a “reconsiderar su propuesta y revisar la directiva para que sea proporcionada a los objetivos pretendidos”. Para Padrón, el tabaco es un producto legal, que genera empleo, que contribuye a fijar la población en las zonas rurales y para el que a día de hoy no hay una alternativa viable.
“Hay otras fórmulas para proteger la salud y reducir el consumo de tabaco entre los jóvenes sin abocar a todo un sector productivo a la desaparición, uno de los pocos que continúan vivos en Canarias”, ha asegurado.
