Miles de franceses protestan contra los planes del Gobierno de retrasar la jubilación
PARIS, 27 (Reuters/EP)
Decenas de miles de trabajadores salieron a las calles de las principales ciudades de Francia para protestar contra los planes del Gobierno de retrasar la edad legal de jubilación más allá de los 60 años fijados actualmente, en el marco de la reforma del sistema galo de pensiones.
Los líderes sindicales franceses indicaron que las manifestaciones representan un primer paso en la lucha para defender la actual edad mínima de jubilación, una de las reformas emblemáticas del último presidente socialista de la República francesa, Francois Mitterrand, mientras que el actual Ejecutivo defiende que no tiene más alternativa que la reforma.
Los transportes funcionaban prácticamente con total normalidad y sólo entre el 10% y el 20% de los funcionarios se sumaron a la huelga en las escuelas, servicios postales y France Telecom. Por su parte, una encuesta publicada por el diario 'Le Parisien' ponía de manifiesto que el 62% de los encuestados estaban dispuestos a manifestarse.
Así, una de las manifestaciones más tempraneras, celebrada en Marsella, convocó a una multitud de 80.000 personas, según los sindicatos, mientras que la Policía calculó el número de manifestantes en 12.000 personas, cifras superiores a las de una protesta anterior celebrada el pasado mes de marzo.
“Sólo una demostración de fuerza en las calles puede defender la jubilación a los 60 años y las conquistas sociales que Nicolas Sarkozy está atacando metódicamente”, afirmó Bernard Thibault, secretario general del sindicato CGT.
Por su parte, el misnitro de Trabajo, Eric Woerth, afirmó ayer que la actual edad mínima de jubilación “no es un dogma”, mientras que el titular de la cartera de Hacienda, Francois Baroin, señalaba que el Parlamento galo discutirá una reforma del sistema de pensiones a la vuelta de las vacaciones estivales.
Además, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, criticó la fuerte oposición a las reformas desde las filas socialistas y afirmó que a Francia “tendría menos problemas” si Mitterrand no hubiera rebajado en 1983 la edad de jubilación.