El pesimismo económico se apodera de los hogares canarios pese a las positivas previsiones de empleo y crecimiento

Gente por la calle del Castillo, en Santa Cruz de Tenerife

Toni Ferrera

Las Palmas de Gran Canaria —

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El número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social es el más alto de la última década; las previsiones de crecimiento para 2023 y 2024 son las más esperanzadoras de toda la economía nacional; el incremento de la facturación del sector servicios y del comercio está entre las más altas del país; el PIB interanual en el primer trimestre de este año creció un 7,4% frente al 3,8% registrado por el conjunto de España. Y pese a todo ello, el pesimismo económico se ha instaurado en los hogares de Canarias.

Los últimos datos del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), indicador elaborado por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC), revelan que solo el 12,75% de las familias del Archipiélago describe como “mejor” la situación económica del hogar, mientras que el 45,45% apunta que todo sigue “igual” y el 41,8% prefiere utilizar la opción de “peor”.

Las últimas cifras son bastante altas, especialmente en relación con la serie histórica de la estadística. El porcentaje de domicilios canarios con una economía “peor” que antes rondaba el 25% previo a la pandemia, luego alcanzó valores del 47% durante la crisis sanitaria y empezó a caer hasta el primer trimestre de 2022, cuando comenzó a experimentar un nuevo crecimiento.

En este último año, el pesimismo económico no ha hecho más que aumentar. Y no solo en el entorno familiar, sino también en la perspectiva autonómica. El 62,45% de los encuestados cree que la realidad de Canarias en este sentido está “peor”, el registro más alto desde el segundo trimestre de 2021, cuando la COVID-19 aún monopolizaba los informativos y la actividad dependía de la supresión de las medidas de protección contra el virus.

Lo curioso en este caso, además, es que las personas encuestadas valoraban mejor la economía canaria en el cuarto trimestre de 2021 (24,61%) que ahora (12,05%). Los datos confirman que la percepción de los canarios no se ajusta a los indicadores macroeconómicos, que parecen señalar todo lo contrario. María Asunción Beerli, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), trata de dar una explicación.

“Los datos evidencian una situación económica positiva en relación al crecimiento y el empleo que debería generar cierto optimismo en la sociedad canaria, [pero] lo cierto es que el sentimiento es de pesimismo debido a que los buenos resultados, vinculados principalmente al sector turístico, no se trasladan a la realidad diaria de la población”, razona la experta en declaraciones a ahora.plus.

Canarias recibió 3,73 millones de turistas extranjeros en los tres primeros meses de este año, cifra superior a la contabilizada en 2019, el curso anterior a la pandemia, que dejaron en las Islas unos 5.417 millones de euros, récord absoluto para ese período desde que hay datos. Además, la facturación del sector servicios subió un 17,8% en febrero en comparación con el mismo mes de 2022. Y el volumen de ventas de los comercios del Archipiélago también creció un 11,1% en este trimestre con respecto al periodo similar del año pasado.

La concatenación de estos incrementos, unida a que el número de trabajadores canarios afiliados a la Seguridad Social es el más alto de la última década (877.258) y que la tasa de pobreza cayó al 36,2% en 2022, según el indicador AROPE de la Unión Europea, deberían vaticinar, en principio, una mejora de la coyuntura económica de los hogares isleños.

Pero la realidad es compleja. Mientras la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) sí indica que los hogares del Archipiélago están encontrando menos dificultades para llegar a fin de mes (del 17,6% registrado en 2020 al 15,2% de 2022), las cifras del ISTAC revelan que ese porcentaje, en este caso del 35,78%, es prácticamente el mismo desde 2021 e incluso mayor en comparación con los valores registrados en prepandemia.

Por otra parte, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó en abril de este año una nueva encuesta sobre identificación subjetiva de clase que precisa que el 23,05% de los españoles (y el 23,08% de los canarios) se describen como “clase trabajadora” o “clase baja o pobre”, un registro superior al estimado en diciembre de 2020 (18,29%), todavía con el virus de la COVID en expansión.

Los datos sugieren, entonces, que los trabajadores más humildes de hace dos años sienten que su situación particular se ha precarizado todavía más. O que ahora se han dado cuenta de que realmente son pobres. Almudena Estévez, ex viceconsejera de Economía del Gobierno de Canarias y miembro del Consejo Rector de la Zona Especial Canaria (ZEC), cree que la inflación y el incremento de los tipos de interés anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) explican parte del problema.

“Ambos factores están haciendo mella en el poder adquisitivo de las familias y de todas las empresas, porque al final las compañías tienen que asumir unos costes cada vez mayores para poder prestar los servicios. El Ejecutivo regional ha tomado medidas para paliar eso, pero quizá todavía no estamos al mismo nivel de lo que ha subido el precio de la cesta de la compra”, argumenta Estévez.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) en Canarias aumentó un 5,5% en abril en comparación con el mismo mes del curso pasado. Es la mayor subida de todo el Estado y también lo fue en marzo de este mismo año (4,6%). Lo mismo ocurre con el IPC de alimentos y bebidas no alcohólicas, que ha crecido un 14,7% en 12 meses. Las previsiones en este contexto tampoco son las más halagüeñas: el Banco de España revisó al alza su previsión de inflación promedio de alimentos para 2023, desde el 7,8% pronosticado en diciembre al 12,2% estimado ahora.

“Cada vez hay más trabajo y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha subido, lo que pasa es que ahora mismo el nivel de gasto del ciudadano es menor, porque seguimos teniendo una tendencia alcista de la inflación”, continúa Estévez.

La buena noticia es que las previsiones positivas de crecimiento continúan presentes. El BBVA Research prevé una mejoría de la economía canaria del 2,8% para 2023; Funcas estima una subida del 2,2%; y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) lo sitúa en un 2,7%. Al final, según remacha Inocencio González, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), “algo estamos haciendo bien”.

“Creo que [a los hogares] les ha sorprendido la capacidad de resiliencia [del mercado laboral canario] en un momento de pura incertidumbre a nivel mundial tras la guerra en Ucrania. Y no nos lo terminamos de creer”, concluye. 

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