Solbes lamenta que el primer rescate griego no haya funcionado
SITGES (BARCELONA), 4 (EUROPA PRESS)
El exministro de Economía Pedro Solbes ha lamentado que el primer rescate griego no haya funcionado y ha asegurado que el segundo rescate es “la última oportunidad” para replantear el modelo.
“El primer rescate griego nos ha mostrado que quizá tenemos que ir a otro modelo”, ha sostenido Solbes durante su intervención en la reunión anual del Círculo de Economía, y ha afirmado que el segundo rescate debería dejar definido un modelo “bastante más perfeccionado que el anterior”.
“Si no somos capaces de resolver el segundo rescate griego de forma eficiente y que funcione, lo tenemos muy mal a nivel europeo”, ha zanjado.
Solbes ha afirmado que uno de los principales problemas de la Unión Europea es que no actúa conjuntamente, sino que cada estado miembro asiste a los debates mundiales para hacer valer los intereses propios en vez de acudir con una misma posición.
Ha defendido que Alemania y Francia deben ostentar el liderazgo de la UE, ya que ha constatado que Europa tiene una “importante carencia de sus mecanismos de gobernanza”, pero ha advertido de que Alemania, en estos momentos, está más preocupada por sus problemas internos que por los problemas de la UE.
MÁS EUROGRUPO, MENOS “RENACIONALIZACIÓN”
Por su parte, el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores de Alemania entre 1998 y 2005, Joschka Fischer, ha augurado que Europa tendrá éxito en su camino de salida de la crisis porque el precio que pagaría, de fracasar, sería demasiado alto.
A su juicio, las élites políticas y económicas deben ser valientes para explicar que esta crisis se puede resolver si se avanza hacia una mayor integración en el proyecto europeo, y no hacia una “renacionalización”, y ha citado como ejemplo partidos xenófobos que quieren cerrar fronteras.
Según Fischer, para responder a la crisis el eurogrupo será “esencial” si Francia y Alemania lo lideran de manera inclusiva, superando contradicciones internas, al tiempo que se ahonda un proceso de convergencia y se crea un instrumento que permite la “europeización” de la deuda pública, con la idea del eurobono, porque el BCE no lo puede asumir.