La AIEA pedirá a Irán que suspenda la actividad de enriquecimiento

VIENA, 26 (Reuters/EP)

La Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) va a pedir a Irán que suspenda la actividad de la central de enriquecimiento de uranio situada en la ciudad de Qom (norte de Irán), que mantuvo en secreto durante dos años, en una resolución que se votará este jueves o el viernes en Viena y que, según varios diplomáticos, será aprobada por mayoría.

El director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei, explicó a los países miembros de la Junta de Gobernadores que su investigación sobre la información de Inteligencia que indica que Irán ha estado intentando averiguar cómo fabricar bombas nucleares ha llegado a “un callejón sin salida” debido a las evasivas de Teherán.

La última vez que la Junta de Gobernadores de la AIEA aprobó una resolución contra Irán fue en febrero de 2006, cuando remitieron el caso del contencioso nuclear al Consejo de Seguridad de la ONU por la negativa de la República Islámica a suspender su programa de enriquecimiento de uranio y garantizar un acceso sin restricciones a los inspectores de la AIEA.

Los impulsores de la nueva medida son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, que conforman el Grupo 5+1, cuyas conversaciones con Irán acerca del programa nuclear se encuentran en un punto muerto. El apoyo de Rusia y China es significativo y es posible que estos países voten en contra de Irán pese a que casi siempre evitan criticar de forma directa al país persa.

Varios diplomáticos dijeron en Viena que las potencias occidentales han conseguido el respaldo de China en el último momento. Posteriormente, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, He Yafei, declaró a la agencia Reuters que Pekín está considerando “en principio” apoyar la resolución de la AIEA.

“Esperamos que la AIEA pueda enviar la señal de que Irán debería responder además a la propuesta de la AIEA lo antes posible. Al mismo tiempo, esperamos que esta cuestión se pueda resolver mediante consultas”, manifestó He en referencia al acuerdo que ha propuesto esta agencia de la ONU para que Irán envíe su uranio poco enriquecido a Rusia y luego a Francia, que lo convertirían en combustible para su reactor nuclear de investigación de Teherán, una medida que ayudaría a disipar las sospechas de las potencias occidentales respecto a los fines del programa atómico iraní.

Cuando le preguntaron si China respalda la resolución, el viceministro contestó: “En principio, vamos a estudiarla”. El diario 'The Washington Post' aseguró ayer que representantes de las autoridades de Estados Unidos han convencido a Pekín de que ahora es indispensable que las grandes potencias estén unidas para controlar a Irán porque Israel ve el programa nuclear de este país como una amenaza a su existencia que podría derivar en una guerra en Oriente Próximo que paralizaría la crucial exportación de petróleo iraní a China.

CONFIRMAR QUE NO HAY MÁS ACTIVIDADES SECRETAS

En un informe publicado el pasado 16 de noviembre, la AIEA acusa a la República Islámica de incumplir una norma de transparencia al admitir la existencia de la planta de enriquecimiento de Fordow, situada en Qom, hace sólo dos meses y al menos dos años después de comenzar su construcción en secreto. Igualmente, expresa su preocupación por la posibilidad de que Irán tenga otras instalaciones secretas. Irán había asegurado previamente a la AIEA que no estaba ocultando ninguna actividad atómica con potenciales aplicaciones armamentísticas.

El borrador de la resolución de la Junta de Gobernadores, al que ha tenido acceso la agencia Reuters, insta a Teherán a detener inmediatamente la construcción de la central de Fordow, aclarar cuál era su propósito original y confirmar que no oculta otras actividades o planes nucleares.

Además, expresa la “gran preocupación” --un eufemismo diplomático para decir “alarma”-- de la Junta por que Irán haya mantenido en secreto la planta atómica y subraya que esto supone un incumplimiento evidente de la demanda de la AIEA de que suspenda su programa de enriquecimiento de uranio.

El texto también pide a Irán que detenga todas sus actividades relacionadas con ese programa --como solicitan las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad desde 2006--, que garantice un acceso sin restricciones a los inspectores de la AIEA y que este organismo inicie una investigación para determinar si la República Islámica realizó investigaciones ilícitas sobre armamento nuclear.

PELIGRA EL “AMBIENTE CONSTRUCTIVO”

Pero ElBaradei sugirió ayer a Reuters en una entrevista que la nueva resolución podría fracasar al reforzar la idea de un Irán aislado, que usarían a su favor los defensores del programa atómico. El embajador iraní ante la AIEA, Alí Asghar Soltanieh, declaró hoy al periódico alemán 'Sueddeutsche Zeitung' que la resolución podría “poner en peligro el ambiente constructivo imperante” y tener “consecuencias duraderas”.

Con la expresión “ambiente constructivo”, Soltanieh se refería a los esfuerzos de la AIEA para que Irán acepte enviar sus reservas de uranio poco enriquecido al extranjero y a la disposición del país persa a resolver las preguntas de la AIEA sobre la central de Fordow.

En este mismo sentido, un diplomático del bloque de los países en vías de desarrollo advirtió de que el Grupo 5+1 “ganará la batalla en la Junta de Gobernadores --aunque será sólo por mayoría simple-- pero perderá la guerra para lograr que Irán sea más cooperativo”.

Teherán mantiene que la central de Qom, que empezará a funcionar en 2011, servirá para apoyar las actividades de la planta de enriquecimiento de Natanz en caso de que ésta sea bombardeada por enemigos como Israel.

Según analistas nucleares occidentales, la escasa capacidad de Fordow no permite que se use para otro propósito que no sea enriquecer pequeñas cantidades de uranio aptas para su utilización en una bomba. Normalmente, las plantas de enriquecimiento de uranio necesitan decenas de miles de centrifugadoras para alimentar a una central eléctrica nuclear.

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