Aparecen en un monte de Ciudad Real 11,5 kilos de explosivos de ETA
Un ciudadano rumano residente en Sonseca (Toledo) alertó en el cuartel de que había visto una bolsa con explosivos en un monte próximo al parque natural de Cabañeros, en Ciudad Real, e Interior informó de que son 10 kilos de amonal y 1,5 de cloratita en estado de deterioro y con el anagrama de ETA.
Especialistas en desactivación de explosivos analizaron en la Comandancia de Ciudad Real la bolsa, en la que había dos fiambreras de plástico, cada una con 5 kilos de polvo grisáceo que pudiera ser amonal, así como sendos envases con polvo amarillento -765 y 700 gramos, respectivamente- que podría tratarse de cloratita.
Estaban éstos unidos a un cordón rojo, el posible detonante, y, en una fiambrera de menor tamaño adherida, los agentes hallaron una caja plástica de color beige -con el anagrama de ETA- con material eléctrico que pudiera corresponderse con el temporizador, con dos baterías colocadas, así como dos detonadores.
El material hallado presenta signos de deterioro, por lo que continúan los análisis para determinar la posible antigüedad del mismo y de su depósito en el lugar en que fue hallado.
El hombre rumano que encontró los explosivos se encontraba de paso por la carretera N-403 y realizó un descanso en el punto kilométrico 43, una zona de monte bajo mediterráneo con muchos robles de la estribación noreste del parque natural de Cabañeros.
En la zona hay varias casas rurales, un observatorio de aves, un mirador paisajístico, una pequeña capilla y un manantial de agua potable.
Tras beber agua en la fuente, sobre las 16.00 horas del miércoles, el hombre subió por una escarpada ladera con mucha vegetación “para hacer sus necesidades”, según ha relatado Adrián Pavón, el alcalde de Retuerta del Bullaque, municipio en el que se realizó el hallazgo de los explosivos.
Fue entonces cuando vio una bolsa de basura de color verde semienterrada y con cables en el interior, por lo que sospechó sobre su contenido y, tras continuar su viaje, se presentó en el cuartel de Sonseca para informar de lo que había visto.
Es el cuarto hallazgo de material explosivo de la banda terrorista ETA en lo que va de año.
El 7 de enero, la Guardia Civil encontró un zulo en Sabiñánigo (Huesca) con 125 kilos de componentes para fabricar explosivos.
Al día siguiente, la Guardia Civil encontró un nuevo zulo en la localidad navarra de Lesaka con 26 kilos de explosivos.
El 31 de enero, la Ertzaintza localizó en un camino vecinal del barrio de Andra Mari de Getxo (Vizcaya) un barril metálico de cerveza con alrededor de 30 kilogramos de explosivo.