El rey bahreiní defiende la represión por exisitir “elementos extremistas”
NUEVA YORK, 20 (EUROPA PRESS)
El rey de Bahréin, Hamad bin Isa bin Salman Al Jalifa, ha defendido la represión contra las manifestaciones por la presencia de “elementos extremistas” que ponían en peligro “la estabilidad, seguridad y viabilidad económica” del país.
En una carta publicada por el diario 'Washington Times', Al Jalifa apoya las demandas de los bahreníes de “mejores trabajos, transparencia en cuestiones económicas y mejores servicios sociales”, a las que, según el monarca, se respondió con la oferta de “diálogo incondicional con la oposición para mantener la estabilidad del país y gestionar las reformas”.
“Desgraciadamente, las legítimas demandas de la oposición fueron secuestradas por elementos extremistas con lazos con gobiernos extranjeros en la región”, asegura, en referencia a Irán. “Se demostró que la estabilidad, la seguridad y la viabilidad económica de nuestros país estaba siendo amenazada”, continúa.
Al Jalifa asegura que se tomaron acciones inmediatas para estabilizar la situación y permitieron la entrada de tropas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), “no para suprimir las protestas, sino para proteger las instalaciones esenciales en Bahréin”.
CONSECUENCIAS PARA LA REGIÓN
El rey defiende estas medidas para asegurar la estabilidad del país y de la región, ya que el país “se encuentra en el epicentro de la seguridad del Golfo y cualquier levantamiento violento en Bahréin tendría enormes consecuencias geopolíticas”. Además, asegura que se puso en juego el suministro de petróleo, necesario para la estabilidad económica mundial.
El monarca señala que actualmente están llevando a cabo procesos de reformas para rectificar los problemas que han causado las protestas, como el sectarismo que “ha creado un cisma en la sociedad”. “Como monarca, me duele ver el daño causado a muchos por unos pocos”, se lamenta.
El 60 por ciento de los ciudadanos bahreiníes son chiíes, mientras que los dirigentes son suníes. Las manifestaciones han sido convocadas principalmente por los chiíes, que se quejan de un trato discriminatorio y se les prohíbe acceder a puestos clave, algo que niega el Gobierno.
“Todos nos hemos dado cuenta de que es el momento de crear una término medio entre la estabilidad y las reformas graduales, siempre uniéndonos a las valores universales de los Derechos Humanos, la libertad de expresión o la tolerancia religiosa”, defendió Al Jalifa.
El rey bahreiní defiende así la estabilidad para poder hacer negocios con el objetivo de crear empleos, “la principal prioridad” más allá de la estabilidad. Al Jalifa anuncia en su carta nuevos proyectos para mejorar las relaciones con las empresas extranjeras, principalmente estadounidenses, y el desarrollo de nuevos convenios para que los bahreiníes estudien en Estados Unidos.
Además, el CCG propondrá a Estados Unidos un acuerdo sobre un programa de entrenamiento para que el país norteamericano instruya a los nuevos reclutas del Ejército y de la Policía bahreiní.