El Banco Mundial compara la reconstrucción de Haití con la de Europa
MIAMI, 16 (Reuters/EP)
La vicepresidenta del Banco Mundial (BM) para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, ha comparado la reconstrucción de Haití tras el seísmo de enero con la restauración posterior a la Segunda Guerra Mundial en Europa. Cox subrayó la complejidad de reacomodar a más de un millón de personas que se quedaron sin hogar.
Al mismo tiempo cree que el mundo debe ser consciente de la magnitud de la misión de reconstrucción. “Creo que es una de las peores situaciones a las que se ha enfrentado el mundo”, señaló, al tiempo que resaltó que Haití “es uno de los países más pobres del mundo” y la ciudad más afectada por el terremoto del 12 de enero, Puerto Príncipe, “era su centro económico”.
Cox recordó que muchos residentes de Nueva Orleans tardaron años en regresar a sus hogares luego de las pérdidas humanas y materiales causadas por el huracán Katrina en el 2005, y que Londres tuvo marcas del bombardeo alemán de la Segunda Guerra hasta bien entrada la década de 1950.
“Por eso, aunque todos quieren usar una varita mágica (en Haití) y tener todo resuelto para enero, en el primer aniversario (...) eso no va a suceder, es imposible”, aseveró. De hecho, vaticinó que la mayoría de las personas que se quedaron sin vivienda van a tener que permanecer en los campos de refugiados hasta el próximo año.
“Debemos cuidar a las personas que están en los campos, asegurarnos de que reciban todos los servicios, seguridad, alimentos y todo lo demás”, apostilló al respecto.
En cuanto a la ayuda del exterior, dijo que es una tarea difícil coordinar la labor de tangas agencias humanitarias. La funcionaria agregó que la reconstrucción necesita urgentemente planes de inversión privada para crear empleos.
“Todos se están centrando en lo humanitario, también tenemos que concentrarnos en la creación de trabajos. Cuando la gente pregunta qué puede hacer por Haití, sería mejor poner una planta textil y poner a la gente a trabajar,” ejemplificó Cox.
El terremoto de 7 grados en la escala Richter provocó unos 300.000 muertos. La comunidad humanitaria internacional ha sido criticada porque los esfuerzos por limpiar los escombros y reubicar a los sobrevivientes han tardado en llevarse a cabo.