Berlusconi se ampara en la crisis en Libia para no acudir a un juicio
MILÁN, 21 (Reuters/EP)
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, no ha acudido en Milán a la reapertura de un juicio por el supuesto pago de sobornos, aludiendo que debía reunirse con su gabinete por la crisis desatada en Libia.
La participación de Italia en la campaña contra las fuerzas militares del líder libio, Muamar Gadafi, ha desviado la atención de los problemas legales de Berlusconi, a pesar de que sus batallas judiciales han estado presente en la política en el país durante meses.
El 'caso Ruby', en el que Berlusconi está acusado de haber pagado a una menor por sexo, ha copado las portadas a nivel mundial. Pero 'il Cavaliere' también se enfrenta a varios juicios por acusaciones de fraude y corrupción relacionados con su enorme imperio empresarial.
Los juicios llevan en suspenso desde hace un año debido a una ley que permite que el primer ministro alegue que sus tareas de presidencia del Gobierno no le dejan suficiente tiempo para preparar su defensa.
El Tribunal Constitucional decidió en enero que ciertas partes de una ley que concedía inmunidad al primer ministro violaban la Carta Magna. Sin embargo, en los próximos meses sólo se podrán ver los primeros pasos de una batalla legal con un final desconocido, que podría no finalizar en años.
El caso más mediático en el que está acusado Berlusconi es sobre corrupción de menores, en el que la adolescente bailarina Karima el Mahroug, más conocido como Ruby, había mantenido relacione sexuales con el primer ministro a cambio de sexo. Su inicio está previsto para el 6 de abril.
Este lunes también se abrió juicio por las acusaciones de que Berlusconi pagó 425.000 euros a su ex abogado David Mills en 1997 para que ofreciese pruebas falsas sobre sus intereses empresariales, siguiendo a otro proceso judicial abierto el mes pasado por fraude fiscal.
Mills fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por aceptar el soborno, aunque un tribunal superior archivó el caso debido a que, según las leyes italianas, el caso había prescrito.
Berlusconi siempre ha negado haber realizado algo ilegal en cualquiera de los casos. Ha acusado a los jueces de calumniarle por motivaciones políticas con el objetivo de hundirle, aunque ha prometido controlar lo que considera excesos judiciales.