Brown defiende que Zapatero participe en la cumbre del G-8 ante la crisis
El primer ministro británico, Gordon Brown, defendió este jueves ante el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la necesidad de que España participe en la cumbre internacional que propugna la Unión Europea (UE) para revisar el sistema financiero mundial.
Zapatero y Brown se reunieron este jueves en Bruselas, donde ambos participan en el Consejo Europeo, y analizaron las medidas puestas en marcha frente a la crisis y el impacto de ésta en sus respectivos países, principalmente en el desempleo y en el sector inmobiliario.
Los líderes de los 27 países europeos han respaldado la celebración de una cumbre internacional que estudie la reforma de los acuerdos de Bretton Woods, una cita que se celebraría a mediados de noviembre pero que aún no tiene un formato definido.
Si finalmente se decide que el encuentro lo protagonice el G-8 o el G-20 (los países más industrializados y las potencias emergentes), España quedaría fuera, pero Brown se comprometió a trabajar para que Zapatero esté invitado, según fuentes de la delegación española.
El presidente francés y presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, explicó el pasado viernes a Zapatero en el Elíseo que su objetivo es que en la cumbre estén representadas las principales potencias económicas, por lo que, en su opinión, España debería estar presente.
Durante media hora, Zapatero y Brown intercambiaron puntos de vista sobre la repercusión de la crisis financiera en España y en el Reino Unido y el primer ministro británico explicó que baraja la posibilidad de comprar viviendas para dinamizar el sector inmobiliario y de diseñar hipotecas atractivas para los ciudadanos, sin los problemas de las “subprime”.
Zapatero coincidió en la necesidad de reactivar el sector inmobiliario por el fuerte impacto que está teniendo en el incremento del paro.
El presidente del Gobierno español explicó a Brown que el problema central de la crisis en su país es el desempleo, ya que la alta tasa de temporalidad que se registra en España, que ronda el 30 por ciento, hace que en momentos de crecimiento el empleo suba mucha y que descienda cuando se acrecientan las dificultades.
Los dos coincidieron en la importancia de la respuesta coordinada de la UE a la crisis financiera y en que la reunión del Eurogrupo, celebrada el pasado domingo en París, debe ser un primer paso para abordar el problema desde un punto de vista global.
Ambos compartieron que “miles de manuales de liberalismo han acabado en la hoguera”, según las fuentes de la delegación española.