Cientos de manifestantes se enfrentan a la Policía

SRINAGAR (INDIA), 14 (Reuters/EP)

Cientos de manifestantes armados con piedras se enfrentaron de nuevo este martes a la Policía en la Cachemira india, después de que las autoridades indias desplegaran a miles de policías federales por toda la región para reforzar el toque de queda después de uno de los peores días de violencia en dos décadas de protestas separatistas.

Al menos 18 personas murieron, casi todas por disparos de la Policía, durante las manifestaciones celebradas ayer contra el Gobierno indio y contra la supuesta quema de ejemplares del Corán, incrementando la presión sobre el Gobierno para afrontar las protestas.

La Policía, fuertemente armada, patrulló hoy las calles de la capital de verano del estado de Jammu y Cachemira, Srinagar, mientras los altavoces de los vehículos policiales pedían a los residentes que permaneciesen en sus hogares en un intento por impedir más protestas.

Aunque en la ciudad de Baramulla, en el norte, y en Zainakote, cercana a Srinagar, los manifestantes lanzaron piedras a la Policía a primera hora de hoy, dejando un saldo de cinco manifestantes y un policía heridos, gran parte del valle permanecía en calma. Además, todos los vuelos hacia Srinagar han sido cancelados debido a los temores de seguridad.

Miles de manifestantes desafiaron ayer en Cachemira el toque de queda y prendieron fuego a una escuela misionera cristiana y a edificios gubernamentales para denunciar las informaciones de que copias del Corán habían sido dañadas en Estados Unidos.

La Policía abatió al menos a 17 manifestantes y un policía murió por las piedras que lanzaban los manifestantes. Otros 113 policías y 75 civiles resultaron heridos. “La violencia se debe a la retransmisión de una televisión extranjera sobre la profanación del Corán”, señaló el jefe de Policía de Cachemira, Kuldeep Juda.

Cachemira ha presenciado manifestaciones masivas contra el Gobierno indio durante los tres últimos meses, y la Policía ha terminado con la vida de al menos 87 manifestantes. Las manifestaciones por otras cuestiones --como la de ayer-- suelen derivar a menudo en protestas antigubernamentales.

Una nueva generación de jóvenes cachemires, que han crecido con los allanamientos de hogares y registros del Ejército, se sienten cada vez más indignados contra el Gobierno indio y se manifiestan pacíficamente en la calle, al contrario que la violencia que caracterizó a la militancia en los noventa.

Por otro lado, el ministro paquistaní de Asuntos Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, condenó “la violencia flagrante contra el pueblo de Cachemira que ha dado lugar a la pérdida de decenas de vidas inocentes desde junio de este año”, según un comunicado gubernamental.

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