Ed Miliband anuncia su candidatura al liderazgo laborista

LONDRES, 15 (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán)

La carrera por el liderazgo del Partido Laborista británico en esta nueva etapa en la oposición apunta a una lucha fratricida en la familia Miliband, puesto que los dos hermanos, ministros hasta el cambio de Gobierno, son ya contendientes oficiales, después de que el menor, Ed, confirmase este sñabado su intención de hacerse con el timón en una contienda que el primogénito, David, abrió el pasado miércoles con el anuncio de su candidatura.

La declaración del pequeño, de 40 años y titular de Energía y Cambio en el Gabinete de Gordon Brown, genera un particular escenario en una formación en busca de identidad tras 13 años en el poder y con la responsabilidad de hacer oposición a la primera coalición de Gobierno que el país ve desde la década de los 40. En cualquier caso, el pistoletazo oficial de la carrera corresponde al Comité Nacional Ejecutivo, que el próximo martes se reunirá por primera vez desde la pérdida del Gobierno para decidir calendarios.

Por el momento, los Miliband son los únicos candidatos, pero se espera que, en los próximos días, otros nombres se sumen a una carrera que reconocen estar sopesando Ed Balls, fiel aliado de Gordon Brown y hasta el martes titular de Educación; el ex responsable de Sanidad Andy Burham o el diputado Jon Cruddas, una de las voces más a la izquierda en el partido. De hecho, en su confirmación de hoy, Ed Miliband ironizó con que este último sería la opción de su madre cuando tenga que tomar parte en el proceso como afiliada.

Las opciones sobre la mesa de la dirección pasan por resolver la disputa en julio, es decir, ya antes del congreso anual que se celebra en Manchester entre el 26 y el 30 de septiembre, prorrogar el desenlace a esta cita, o bien suspender temporalmente un proceso al que el Laborismo no se enfrenta desde la muerte de su líder John Smith en 1994, cuando Tony Blair se hizo con las riendas.

Una vez convocado el proceso, la decisión corresponde a un colegio electoral a tres, con voto equitativo para sus miembros: parlamentarios, militantes y sindicatos. Para ser candidato hay que ser diputado y lograr el respaldo de un 12,5 por ciento de los compañeros de escaño, lo que traducido al actual grupo implica 33 apoyos.

CONTENDIENTES

De momento, la número dos del partido, Harriet Harman, continúa al frente en este período de interinidad, si bien ya ha descartado entrar en la pugna por el liderazgo, al igual que otros supuestos aspirantes que se habían evaluado, como el ex titular de Interior Alan Jonhson, quien ya ha apoyado públicamente a David Miliband, o Jack Straw, un veterano del partido que hasta el martes ocupaba la cartera de Justicia, tras una dilatada carrera política.

Ed Miliband explicó hoy que la decisión había sido sopesada “larga y profundamente” e implicó la consulta a su entorno. En su discurso ante la Fabian Society, el 'think tank' del entorno laborista al que eligió como escenario para confirmar que daba el paso, confió en que la contienda sea “fraternal”, y no sólo con su hermano, sino entre todos los que concurran.

Por el momento, el ex ministro de Exteriores ha recibido ya el apoyo público de figuras destacadas como Johnson, pero Ed Miliband cuenta con un notable predicamento en el partido y, aunque su perfil es menos conocido, internamente ha desempeñado importantes responsabilidades, como la redacción del programa electoral con el que el Laborismo concurrió a las pasadas elecciones. Además, cuenta con el respaldo de Unite, el sindicato que representa la mayor fuente de financiación del partido, así como de un notable porcentaje del Grupo Parlamentario.

A su favor figura también que, a pesar de haber no haber dejado nunca de estar tipificado entre los posibles sucesores, nunca coqueteó con la posibilidad públicamente, a diferencia de su hermano, criticado por movimientos que nunca llegó a culminar de virtuales asaltos al poder en los períodos de menor popularidad de Gordon Brown. En agosto de 2008 escribió un artículo interpretado como una declaración de intenciones, en el que abogaba por una renovación y sin citar deliberadamente al por entonces primer ministro como referente para el proceso.

DIFERENCIAS Y CONTRAPUNTOS

Ed, sin embargo, formaba parte del círculo más próximo al mandatario desde que éste se mudó al número 10 en verano de 2007 y ejerció una notable implicación durante la campaña y en las decisivas últimas horas en el poder. Su presencia en Downing Street era constante y formó parte del equipo que se encargó de negociar la finalmente frustrada alianza con los liberaldemócratas.

Ahora los hermanos se enfrentan a una delicada situación de la que David confió que “el amor fraternal sobrevivirá”. El menor declaró hoy que la “ventaja” de la nueva posición es la de “renovarse y pensar sobre el país en el que se quiere vivir y la gente a la que se quiere representar”, con un nuevo proyecto que permita reconectar. “Fundamentalmente perdimos contacto con los valores que nos convirtieron en una fuerza de progreso en la política y con las personas a las que se suponía que queríamos representar”, explicó.

No obstante, consciente de la dificultad de equilibrar este proceso con la carrera sucesoria, especialmente en sus circunstancias, apeló a evitar la tendencia a la división: “Tenemos que dejar toda esa historia de Blair y Brown atrás y movernos a un nuevo escenario”.

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