El embajador en Washington reconoce que Israel atraviesa la peor crisis con EEUU en 35 años
JERUSALÉN, 15 (EUROPA PRESS)
El embajador israelí en Estados Unidos, Michael Oren, afirmó el sábado en una conversación con los cónsules israelíes en el país que, a pesar de los intentos del Gobierno israelí de transmitir la sensación de que “todo sigue normal”, el actual roce entre Washington y Tel Aviv supone la peor crisis en las relaciones bilaterales de los últimos 35 años.
Cuatro cónsules generales israelíes explicaron al diario 'Haartez' que en otras ocasiones en que hablaron por teléfono con Oren, éste no dudó en insistir en que las relaciones con Estados Unidos eran excelentes, pero ahora parecía muy tenso y pesimista. “La crisis ha sido muy grave y afrontamos un periodo difícil en las relaciones”, afirmó.
Oren explicó que la postura oficial debe ser que no había ninguna intención de ofender al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el 9 de marzo, con el anuncio precisamente ese día de la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Ramat Shlomo, un asentamiento judío de Jerusalén Este. Este anuncio sería el fruto de la descoordinación entre los ministerios y la responsabilidad recaería sobre funcionarios de segundo nivel. “Se debe poner el énfasis en la importancia que tienen (para nosotros) las relaciones con Estados Unidos”, dijo.
Varios de los cónsules abogaron por esperar, pero Oren insinuó que esta postura oficial es precisamente la que demanda el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. “Estas instrucciones proceden de Jerusalén, del nivel más alto”, apuntó.
Durante la conferencia con los cónsules, Oren les informó además de que el viernes pasado fue convocado por el subsecretario de Estado norteamericano James Steinberg para recibir una reprimenda. Oren manifestó su sorpresa por haber sido convocado, ya que creía que la crisis se había cerrado el jueves con las disculpas de Netanyahu. Entonces el primer ministro hebreo se disculpó por el momento del anuncio, no por la medida en sí.
El embajador señaló que se trataba de la crisis más importante de los últimos 35 años, en referencia a la confrontación de 1975 entre el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, y el primer ministro Isaac Rabin por las presiones de Washington para que Israel se retirara de la península del Sinaí.
CUATRO CONDICIONES
Según fuentes citadas por 'Haaretz', la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, habría planteado cuatro medidas a Netanyahu, con el fin de restaurar la confianza plena en las relaciones bilaterales y habilitar la reanudación del proceso de paz palestino-israelí.
La primera sería investigar cómo fue el proceso que desembocó en el anuncio de la construcción en Jerusalén Este precisamente durante la visita de Biden. Washington espera que se aclare si este incidente se debió a un fallo burocrático o si se trata de una decisión consciente con motivos políticos. Netanyahu ya anunció el sábado la creación de un comité que abordará la cuestión.
En segundo lugar, Clinton exigiría que el Comité de Planificación y Construcción del Distrito de Jerusalén --responsable del anuncio-- se retracte públicamente de la medida.
También habrían pedido un gesto significativo para con los palestinos para que accedan a reanudar las conversaciones de paz dentro del plan propuesto por Washington de contactos informales. Estados Unidos sugiere, por ejemplo, la liberación de cientos de presos palestinos, la retirada del Ejército hebreo de ciertas zonas de Cisjordania y su transferencia a la Autoridad Palestina o la relajación del estricto bloqueo impuesto a la Franja de Gaza y el fin de algunos cierres de carreteras de Cisjordania.
Por último, Clinton habría solicitado una declaración oficial israelí que reconozca que las conversaciones con los palestinos tienen como objeto abordar las cuestiones principales del contencioso: fronteras, refugiados, Jerusalén, seguridad, agua y asentamientos.
De hecho, dos asesores del primer ministro israelí, Isaac Molcho y Ron Dermer, habrían mantenido el domingo en Washington intensos contactos con responsables de la Casa Blanca y con el enviado estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell, para intentar rebajar la tensión.
LOBBY PRO ISRAELÍ
Mientras, ayer domingo, el Comité de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC), el 'lobby' pro israelí más poderoso de Estados Unidos, condenó las recientes críticas de la Administración de Barack Obama tras el anuncio de construcción de viviendas en Ramat Shlomo. Sin embargo, la AIPAC rara vez critica la actuación del Gobierno estadounidense.
“Los últimos comentarios de la Administración Obama sobre la relación de Estados Unidos con Israel son un motivo de grave preocupación”, indicó el AIPAC en un comunicado difundido a última hora del domingo. El grupo emplazó al Gobierno estadounidense a adoptar “medidas inmediatas para desactivar la tensión con el Estado judío”.
Además, el AIPAC pide a Washington que pase página ante la reciente agitación diplomática entre ambos gobiernos. “La Administración debería realizar un esfuerzo consciente para alejarse de demandas públicas y plazos unilaterales a Israel, con el que Estados Unidos comparte intereses básicos, fundamentales y estratégicos”, prosigue el comunicado.