Fariñas pide a España y otros países denunciar su “inminente asesinato”
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El periodista opositor cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde el pasado 24 de febrero, ha pedido este lunes a todos los gobiernos del mundo, “incluido España”, denunciar ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su “inminente asesinato”, así como la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo, como “un crimen de lesa humanidad”
“Lo que pido es a todos los gobiernos democráticos y a los parlamentos del mundo que lleven el asesinato de Zapata y el inminente asesinato mío como crimen de lesa humanidad ante el Consejo de Seguridad para que éste se pronuncie”, dijo Fariñas a Europa Press en declaraciones telefónicas.
El objetivo, explica el disidente, es que el Consejo de Seguridad “emita una condena” contra el Gobierno de Raúl Castro y “todos sus cómplices”, pero “no para proteger nuestras vidas, sino para que no se pierdan otras vidas” como la de los 26 presos políticos que, según Fariñas, se encuentran en delicado estado de salud.
Esta petición ya la hizo el propio Fariñas al presidente chileno, Sebastián Piñera, a través de un representante de su Gobierno que le llamó este lunes para leerle un comunicado en el que condenaba “con palabras muy fuertes” la muerte de Zapata. “Nosotros se lo pedimos a él (Piñera) y queremos también hacerlo con el resto de los países, incluido España”, acotó.
Para el ex preso político llevar esta denuncia ante el Consejo de Seguridad sería otro paso “importante” que acompañará a la acusación presentada la semana pasada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), adscrita a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Fariñas, de 48 años, comentó desde su cama en el Hospital Arnaldo Milián Castro, en la provincia de Villa Clara, que espera que “todos los gobiernos democráticos del mundo con una oposición tolerada” se sumen a estas iniciativas y respalden la labor de los disidentes, la cual, ha sido “criminalizada” por el régimen castrista que gobierna en la isla desde hace más de 51 años.
Sobre su estado de salud, Fariñas comentó que los médicos le han dicho que está “grave pero estable”, aunque le han advertido que “ha bajado el nivel de azúcar en el cerebro” por lo que temen que pueda “quedar de por vida en estado vegetativo”.
“CONDENA DE MUERTE”
Por otra parte, Fariñas aseguró que el discurso que pronunció el domingo, Raúl Castro durante la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, es una “sentencia de muerte tácita” que, a su vez, “desenmascara la esencia criminal del castrismo”.
“Esta vez no lo hizo un periodista a través de 'Granma' (diario portavoz del Partido Comunista de Cuba) ni a través de un programa de televisión, esta vez fue el propio Raúl el que dijo que me iban a dejar morir”, subrayó el disidente quien también es psicólogo.
Castro dijo que “al igual” que con Zapata, muerto el 23 de febrero tras 85 días de huelga de hambre, con Fariñas “se está haciendo lo posible por salvarle la vida”, pero advirtió de que “si no modifica su actitud autodestructiva, será responsable, junto a sus patrocinadores, del desenlace que tampoco deseamos”.
Ante estas palabras, que el propio Fariñas escuchó desde su cama en el hospital, el periodista disidente consideró que “ahora más que nunca hay que mantener la huelga de hambre” porque las declaraciones del mandatario cubano constituyen “un desafío a los opositores pacíficos, exiliados y presos políticos”. “Vamos a aceptarle el reto a Raúl, vamos a morir con dignidad”, expresó.
Asimismo, ha dejado claro que después de escuchar el discurso de Castro, “hemos determinado que bajo ningún concepto vamos a aceptar la visita de funcionarios del Estado” cubano, tal y como lo hizo en dos ocasiones hace unas semanas el jefe del Departamento de actividades contrarrevolucionarias, Héctor de la Fé Freyre, quien le pidió deponer la huelga de hambre.
“No tenemos nada que hablar con ellos (con los funcionarios del Estado) porque ya todo lo dijo Raúl ayer en su discurso en el Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (...) Lo único que les queda ahora es matarme”, aseveró.