Guerra de cifras sobre las víctimas
Las informaciones en torno al número de fallecidos y heridos en los enfrentamientos que las Fuerzas de Seguridad marroquíes y activistas saharauis tras desmantelarse el campamento de protesta a las afueras de El Aaiún son confusas, y resulta prácticamente imposible aportar una cifra que no sea cuestionada por una u otra fuente.
No obstante, un saharaui y tres miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes muertos es el balance oficial de la incursión llevada a cabo por las fuerzas marroquíes en el campamento de protesta de Agdeim Izik, si bien grupos pro saharauis hablan de más víctimas mortales entre los residentes en el campamento.
“Un saharaui de toda confianza ha visto cómo subían siete cuerpos de saharauis a un camión en el campamento”, informaba Raquel del Castillo, portavoz de la organización prosaharaui Thawra, siete horas después de que comenzaran los enfrentamientos a las afueras de El Aaiún.
Fuentes de la delegación del Gobierno marroquí en El Aaiún corregían esa cifra poco después, indicando que en la operación de desalojo se produjeron “dos muertos y 70 heridos, cuatro en estado grave” en el lado de las Fuerzas de Seguridad, mientras que en el lado de “los manifestantes” se produjeron cuatro heridos y 65 detenciones.
Sin embargo, Brahim Ahmed, vecino de El Aaiún, informó de que al menos 16 militares y 12 policías marroquíes habrían muerto en los disturbios posteriores al desalojo.
La cifra de fallecidos en los saharauis seguía, no obstante, siendo confusa. “Hay un adolescente de 14 años muerto por disparos del Ejército. Tenía un orificio de bala en la cara”, explicaba Ahmed.
En esa misma línea, fuentes del Frente Polisario, cifraban las bajas saharauis entre siete y doce, aportando incluso nombres concretos de los mismos. Pese a ello, el Polisario sólo confirmó la muerte de un joven de 26 años, Babi Mahmud el Gargar, a través de un comunicado del Ministerio de Información de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática.
Unas informaciones que desmentía la delegación del Gobierno marroquí en El Aaiún, considerándola “pura propaganda” y afirmando que los nombres eran “son completamente ficticios y no existen”.
Además, la agencia oficial MAP informó de que se habría producido otra muerte cuando un agente recibió varias puñaladas por parte “de un alborotador en el momento en que intentaba impedirle que llevara a cabo actos de vandalismo”.