Israel da marcha atrás y autoriza la entrada parcial de combustible en Gaza
Israel ha autorizado la entrada a partir del martes de asistencia médica y combustible para la principal planta eléctrica de Gaza, después de que las últimas medidas de castigo provocaran grandes apagones en la franja y críticas internacionales.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, autorizó este lunes la entrada de fuel para la planta eléctrica de Gaza, cuyas turbinas dejaron de funcionar el domingo por falta de combustible, lo que dejó a oscuras a unas 800.000 personas en el centro de la franja.
El corte fue el resultado de la medida adoptada el jueves pasado por Israel de cerrar todos los pasos fronterizos e impedir asimismo el acceso de ayuda humanitaria a Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí por parte de las milicias palestinas.
Barak conversó este lunes por teléfono con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien aseguró que Israel no tiene interés en provocar una crisis humana en la franja de Gaza, pero al mismo tiempo recalcó que no permitirá que los milicianos palestinos continúen atacando desde la franja localidades israelíes.
Tras una reunión con altos funcionarios del Gobierno israelí en la que intervino Barak, una fuente de Defensa, citada por la edición electrónica del diario “Haaretz”, afirmó que tras las sanciones impuestas por Israel “parece que han captado el mensaje en Gaza”.
En este sentido, la fuente argumentó que “desde el jueves, cuando fueron disparados 40 cohetes Al-Kasam contra Israel, el número de proyectiles se ha reducido, y este lunes, por ejemplo, sólo un Al-Kasam ha sido lanzado. La presión económica y militar ha tenido un impacto”.
Con todo, la fuente advierte de que “si continúa el lanzamiento de cohetes, no nos lo pensaremos dos veces en lo relativo a reforzar las sanciones y cerrar las fronteras”.
El Ministerio de Defensa afirmó también que se permitirá la entrada de gasóleo para los generadores y el consumo doméstico, aunque un portavoz de Exteriores matizó que las restricciones permanecerán en pie sobre la gasolina para vehículos.
Antes del anuncio de Barak, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se mostraba impasible ante la situación de la población civil de Gaza.
“En lo que a mi respecta, todos los residentes de Gaza pueden ir andando, pero si no tienen gasolina para sus vehículos es por culpa de un gobierno criminal que no permite a la población del sur de Israel vivir en paz”, señaló Olmert en alusión del ejecutivo islamista de Hamas que controla la franja.
También había advertido en una comparecencia junto al jefe de la diplomacia holandesa, Maxime Verhagende, que Israel no “lucha contra los civiles sino contra aquellos implicados en el terrorismo. De ninguna forma dejaremos que la vida en Gaza sea cómoda y agradable”.
Por la mañana centenares de palestinos se manifestaron junto al paso fronterizo de Rafah, en el sur de Gaza, contra las restricciones israelíes.
Políticos como el diputado y ex ministro de Información Mustafa Barguti, pidieron incluso al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, a cesar las negociaciones de paz con Israel hasta el fin de las sanciones.
Abás abordó este lunes en Jordania con las autoridades de ese país la situación en la franja mediterránea, controlada por Hamás desde el pasado mes de junio tras protagonizar una sublevación armada contra las fuerzas de seguridad leales a Abás.
Fuentes allegadas al presidente palestino dijeron a Efe que Abás analizó la situación con Mubarak y con la UE, a fin de alcanzar un mecanismo que permita sortear las medidas israelíes y evitar así una crisis humanitaria.
Egipto e Israel mantienen cerradas las fronteras de la franja de Gaza desde junio, tras la toma de control por Hamás, lo que ha provocado hasta la fecha la muerte de 70 enfermos que no pudieron recibir la atención sanitaria adecuada en la franja o fuera de ella.
La última vuelta de tuerca en la presión israelí a Gaza había desatado las críticas de numerosos dirigentes del mundo árabe, así como de la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, y del jefe del bloque pacifista israelí Meretz, Yosi Beilin.
También se sumaron varias ONG israelíes y palestinas, que interpusieron hoy una demanda ante el Tribunal Supremo de Israel para que se “permita a los residentes de Gaza recibir el diesel industrial necesario para producir electricidad”.