Kouchner afirma que las nuevas sanciones a Irán podrían tener que esperar
SAARISELKÄ (FINLANDIA), 14 (Reuters/EP)
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, afirmó este domingo que el proceso para la aprobación de nuevas sanciones por el programa nuclear iraní en el Consejo de Seguridad de la ONU podría no culminar hasta el mes de junio y que, si entonces no se logra aprobar una resolución en la votación, los países europeos podrían optar por medidas unilaterales. Kouchner fue respaldado por Alexander Stubb, ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, país donde se encuentra reunidos este domingo los ministros de Exteriores de la UE y Turquía.
Kouchner explicó que Francia sigue respaldando la vía de la ONU para la imposición de sanciones, pero reconoció que el apoyo de Rusia y China, miembros permanentes con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, aún está bastante lejos.
“Estamos (...) hablando y hablando, intentando lograr un acuerdo mediante la negociación y, al mismo tiempo, trabajando en las sanciones. Creo que sí, que antes de junio puede ser posible, pero no estoy seguro”, afirmó Kouchner en declaraciones a los medios de comunicación desde Saariselkä, en la Laponia finlandesa.
“Espero que antes de junio, pero quién soy yo para esperar o decidir”, apuntó, en referencia a anteriores declaraciones en las que decía que para febrero podrían aprobarse una resolución en el Consejo de Seguridad.
El ministro finlandés, Alexander Stubb, afirmó ayer que hay “bastante consenso” en la UE como para aprobar sanciones unilaterales contra Irán y que esta posibilidad se abordará en la próxima reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete, prevista para el 22 de marzo. Ya el domingo, Stubb insistió en sus declaraciones, aunque matizó que el consenso es tan sólo “emergente”.
“Si no hay (sanciones de la ONU), creo que existe un consenso emergente dentro de la Unión Europea para adoptar ciertas medidas unilaterales (...). Aún no se ha hablado de qué medidas serían concretamente”, dijo Sutbb.
En cualquier caso, Kouchner defendió la imposición de “sanciones claras y simples”, tales como medidas de sanción a los bancos, a las aseguradoras y el veto a los desplazamientos de ciertas personas, aunque en ningún caso irían contra el sector energético iraní. “No estamos hablando de bloquear la exportación (de hidrocarburos) en el golfo de Ormuz, aunque haya gente que piense en eso (...). Serán simples, claras y económicas”, aseguró.
El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, afirmó, por su parte, que ha mantenido un intercambio abierto con sus colegas con respecto a la cuestión nuclear iraní, incluida la alta representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Katherine Ashton, y que sigue pensando que sería un error la aprobación de sanciones.
“Intercambiamos puntos de vista y estamos intentando desarrollar una postura común”, afirmó Davutoglu al ser interrogado por si había intentado convencer a los Veintisiete de que no apoyaran las sanciones.
“Pienso que hay margen para la diplomacia y la Unión Europea puede desempeñar un papel importante. Si hay una buena cooperación estratégica entre Turquía y la UE, será positivo no sólo con respecto a la cuestión nuclear iraní, sino también para otras cuestiones regionales de Oriente Próximo y los Balcanes”, apuntó.