Obama encara ya en Washington un agitado último tramo de la transición
El presidente electo de EEUU, Barack Obama, se encuentra ya en Washington para comenzar el último tramo de la transición que, ante problemas como la crisis económica o la violencia en Gaza, promete ser de todo menos tranquilo.
Hasta ahora, la transición del Gobierno del presidente George W. Bush a la futura Administración de Obama se había desarrollado sin apenas incidentes, pero los últimos días se han acumulado los acontecimientos.
El presidente electo, que este lunes se reunió con los líderes del Congreso para tratar sobre la situación económica, declaró que se concentrará en los primeros días de su mandato en el lanzamiento de su plan de estímulo para recuperar la actividad económica.
Sin embargo, su propio equipo ha reconocido que es “muy improbable” que ese plan, que se calcula que tendría un coste de entre 675.000 y 775.000 millones de dólares, esté concluido para la firma presidencial el día 20, el día que Obama jurará su cargo.
El presidente electo podría pronunciar esta semana un discurso sobre el plan, cuyos detalles concretos aún se ultiman pero que al parecer contendría hasta 300.000 millones de dólares en recortes de impuestos.
Palestina, centro de atención
Además, Obama, que durante la campaña dijo que un presidente debe poder “hacer más de una cosa a la vez”, deberá demostrar esa polivalencia y prestar también atención a asuntos como la situación en Gaza, donde han muerto medio millar de palestinos y más de 2.600 resultaron heridos por la ofensiva aérea y terrestre israelí.
Israel comenzó sus ataques el pasado 27 de diciembre sobre la franja de Gaza para intentar detener el lanzamiento de cohetes del grupo palestino Hamás contra el sur de Israel, que han causado la muerte de cinco israelíes y herido a medio centenar más.
Hasta ahora, Obama y su equipo han mantenido silencio sobre la crisis con el argumento de que “presidente no hay más que uno” y Bush aún ocupa el cargo.
Sin embargo, en el mundo árabe aumentan las demandas de una reacción del presidente electo.
Decepción palestina por su silencio
El ministro de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad al Malki, expresó este lunes su “decepción” por el silencio de Obama y declaró que “confiamos en que divulgue una declaración firme cuanto antes”.
Pero no sólo son los grandes problemas internacionales los que requieren una pronta atención del futuro mandatario.
El presidente electo y su equipo deben comenzar ahora de nuevo la búsqueda de un secretario de Comercio, después de que el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, retirara su candidatura este domingo.
Richardson, que hubiera sido el hispano más prominente en el Gobierno de Obama, está en pleno centro de una investigación judicial que trata de aclarar cómo una compañía que hizo contribuciones a sus actividades políticas logró un lucrativo contrato con el gobierno de Nuevo México.
Sin reemplazo para Richardson
Hasta el momento, el equipo de Obama no cuenta con un reemplazo claro a Richardson, aunque grupos hispanos ya han reclamado que el nuevo secretario sea también latino.
La baja del gobernador representa un duro golpe para el equipo de Obama, que se había preciado de desarrollar una transición sin incidentes.
Entre otras cosas, el episodio ha puesto en entredicho el proceso de comprobación de los candidatos gubernamentales, pues la investigación en torno a Richardson se conocía desde el pasado verano.
Las acusaciones son en cierto modo similares a las que se han presentado formalmente contra otro gobernador demócrata, Rod Blagojevich, de Illinois, por querer presuntamente lucrarse al adjudicar la vacante dejada por Obama en el Senado.
El 'caso Blagojevich' representa otro dolor de cabeza para el presidente electo. El gobernador, al que los demócratas han exigido que dimita, ha hecho caso omiso de los llamamientos a su renuncia y ha nombrado como senador al fiscal general de Illinois, Ronald Burris.
Burris ha aceptado el escaño en el Senado, pero el líder demócrata en esa cámara, Harry Reid, ha señalado que no lo ratificará.
Desde una habitación de hotel
Y, para hacer las cosas más complicadas, el presidente electo debe resolver estos problemas desde una habitación de hotel, muy a su pesar tras dos años de recorrer EEUU -y sus principales cadenas hoteleras- en la campaña electoral.
Los Obama querían trasladarse al pabellón de invitados de la Casa Blanca, Blair House, pero se les indicó que ese edificio ya estaba comprometido para otros actos hasta el próximo día 15.
Un recordatorio de que, efectivamente, “presidente no hay más que uno”.