Petraeus pide “vetar” a contratistas con vínculos con la insurgencia
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El general estadounidense al frente de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF), David Petraeus, ha criticado que “la excesiva subcontratación” de proyectos y servicios en Afganistán “ofrece oportunidades para que las redes criminales y los insurgentes desvíen fondos” para financiar sus operaciones y ha aprobado nuevas directrices con el objetivo de aumentar el control sobre los contratos de los contingentes aliados que, entre otros, contemplan la posibilidad de “vetar” a contratistas con vínculos con la insurgencia.
La cuantía de los contratos de todos los países que contribuyen a ISAF se elevó a unos 14.000 millones de dólares en 2009 (unos 10.697 millones de euros), según datos de la Alianza Atlántica.
“El nivel de nuestros esfuerzos de contratación en Afganistán representa tanto una oportunidad como un peligro. Con el conocimiento adecuado, la contratación puede alentar el desarrollo económico y apoyo para los objetivos de campaña del Gobierno afgano y de ISAF. Pero si por el contrario gastamos grandes cantidades de fondos internacionales para contratación, es probable que algunos de esos fondos alimenten la corrupción, financien organizaciones insurgentes, refuercen las redes criminales y minen nuestros esfuerzos en Afganistán sin esta intención”, advirtió el general estadounidense en un comunicado para comunicar las nuevas directivas, hechas públicas el pasado 13 de septiembre.
SABER “QUIÉN SE BENEFICIA” DE LOS CONTRATOS
Petraeus, que recientemente asumió el mando de ISAF tras el cese fulminante del anterior comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general Stanley McCrystal, insta a los comdandantes aliados a “considerar los efectos” de los contratos y, sobre todo, “entender quién se beneficia de ellos”.
“Tenemos que utilizar la Inteligencia para informar a nuestros contratados y garantizar que aquellos a los que hemos contratado trabajan en el mejor interés del pueblo afgano”, ha explicado el general estadounidense que ha pedido a los mandos aliados en Afgnanistán “integrar la contratación en Inteligencia, planes y operaciones para ejercer una influencia positiva” en los objetivos de los aliados sobre el terreno, cuyos comandantes serán formados en las nuevas reglas sobre contratación.
Según Petraeus, “los comandantes (aliados) deben saber las actividades de contratación que se está desarrollando en su campo de batalla y quién se beneficia de aquellos contratos” y ha instado a garantizar que la contratación no se haga de forma “apresurada” sino con “calendarios razonables”, para garantizar el nivel de supervisión y transparencia necesarios.
El general estadounidense defendió la necesidad de crear “sistemas y bases de datos estándares para vetar a vendedores y contratistas para garantizar que los contratos no dan poder a la gente equivocada o permitir la desviación de fondos” y admitió que “la excesiva subcontratación de terceros ofrece oportunidades para que las redes criminales y los insurgentes desvíen fondos de contratación de su objetivo inicial”.
Petraeus ha dejado claro que una vez “identificados los vínculos entre contratistas y redes criminales”, los contingentes aliados deben emprender “acciones apropiadas, como suspender y apartar a los individuos o a la compañía, terminación del contrato o no renovar el contrato. ”En los casos en los que no hay enlaces sin vínculos con las redes criminales puede ser preferible renunciar al proyecto“, advierte el alto militar.
LOS CONTRATISTAS PRINCIPALES, RESPONSABLES
Petraeus ha dejado claro, en las nuevas directrices, que “los contratistas principales serán responsables del comportamiento y actuación de sus subcontratas” y éstos deberán por tanto garantizar “información detallada sobre todas las subcontratas consistentes con los requisitos de la coalición”, en virtud de la nueva cláusula sobre subcontratas.
Con el objetivo de garantizar que los contratos benefician sobre todo a la población local, el general estadounidense defiende la contratación de empresas e individuos afganos y, en caso de que no sea posible, que las compañías adjudicatarias contraten a su vez mano de obra afgana y, en este sentido, defiende la necesidad de “adaptar los procedimientos, tales como facilitar el acceso a las bases” y “retirar los obstáculos para contratar a afganos”. También defiende potenciar a las pequeñas y medianas empresas locales y sectores como la agricultura, el sector manifacturero alimentario y la construcción.
El general al frente de ISAF se muestra partidario de implicar a los dirigentes afganos locales y recurrir a las Shuras --reuniones de notables y líderes tribales afganos-- para identificar conjuntamente cómo priorizar los proyectos, identificar a las compañías viables para llevarlos a cabo, así como para vetar a los particulares o empresas contratadas y garantizar que los contratistas son responsables y proporcionar información sobre contrataciones ya hechas para futuros procesos de licitación. Igualmente, se muestra partidario de aumentar la colaboración con el Ministerio de Desarrollo Rural afgano para mejorar el control y la supervisión en la contratación.
Petraeus ha defendido igualmente la necesidad de “incluir criterios operativos en la decisión de conceder contratos tales como el efecto del contrato en la seguridad, la dinámica de poder local y en el enemigo”, garantizar la supervisión ex poste de los contratos y pide la designación de “representantes oficiales de la contratación” para supervisar los procesos.