El príncipe heredero bahreiní emplaza a los manifestantes a participar en el diálogo nacional

DUBAI, 7 (Reuters/EP)

El príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad al Jalifa, ha pedido a los manifestantes que reclaman reformas en el país del Golfo Pérsico que tengan “paciencia” y participen activamente en el diálogo nacional.

Bahréin sufrió el pasado mes la mayor ola de disturbios cuando siete personas murieron por la represión de las fuerzas de seguridad a las manifestaciones de chiíes que protestaban contra la discriminación a favor de los suníes.

El príncipe heredero ha subrayado que las manifestaciones pueden continuar pero que deben continuar siendo pacíficas. “Estas manifestaciones no deben infringir las libertades de otras personas. Este es un principio básico. Emplazo a todas las partes a no aumentar los problemas o caer en el sensacionalismo. Algunas personas quieren que esto ocurra, por lo que estamos plenamente comprometidos y hablaremos claro con valentía contra esto”, ha dicho Salman.

El príncipe heredero ha confiado en que “todo el mundo sea valiente, paciente y optimista y esté motivado para participar activamente en el diálogo”, ha dicho, en declaración a la televisión estatal bahreiní.

Inspiradas en las movilizaciones de Egipto y Túnez, las manifestaciones para exigir reformas en Bahréin han sido mayoritariamente pacífica. El pasado jueves, las tensiones entre chiíes, la mayoría de la población, y suníes degeneraron en enfrentamientos, en lo que ha supuesto la primera confrontación directa entre estas dos comunidades desde que se iniciaron las protestas el mes pasado en la capital.

En declaraciones desde Abu Dhabi, el ministro de Asuntos Exteriores bahreiní, ha subrayado que el diálogo nacional comenzará pronto. “No estamos acostumbrados a luchar unos con otros. El diálogo es el camino para el avance y somos optimistas para que así ocurra y no demasiado tarde desde ahora. (El diálogo) se está preparando para el final de esta semana o comienzos de la próxima ha asegurado Jaled bin Ahmed al Jalifa, en declaraciones a la prensa.

Bahréin, sede de la Quinta Flota estadounidense, está dirigido por la dinastía suní Al Jalifa. La mayoría de sus ciudadanos, de confesión chiíes, se quejan de la discriminación frente a los suníes en el acceso al empleo, las viviendas y los servicios sociales.

El Gobierno ya ha hecho algunas concesiones a los manifestantes chiíes, como ordenar la retirada de las tropas de las calles por la presión internacional, pero el diálogo con los manifestantes todavía no ha comenzado.

El ministro de Asuntos Exteriores ha subrayado que el diálogo no tendrá un objetivo concreto. “Ningún partido debería definir un objetivo o propósito para el diálogo antes de que comience. Es importante, muy importante que hablemos sobre estas cuestiones. No tenemos problema en hablar sobre estos temas y discutirlo en profundidad”, ha dicho.

En su opinión, “entre el 70 y el 80 por ciento de las exigencias son compartidas por todos”. “Todo el mundo quiere mejores servicios. Todo el mundo quiere dignidad. Todo el mundo quiere ser escuchado. Todo el mundo quiere responsabilidad”, ha explicado.

Los grupos de oposición bahreiníes afirmaron la semana pasada que están preparados para iniciar las conversaciones con el Gobierno sin condiciones previas, pero le reclamaron al príncipe heredero en una carta el nombramiento de un nuevo gobierno y la aprobación de una nueva constitución.

Los seis grupos políticos opositores, liderados por el principal movimiento de la oposición, Wefaq, solicitaron la renuncia del actual Gobierno, la aprobación de una nueva Carta Magna que garantice la elección del ejecutivo, una investigación sobre la actuación de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y que se garantice que las manifestaciones pueden continuar y los medios pueden informar sobre ellas.

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