La Pussy Riot puesta en libertad no van a abandonar su “protesta política”
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Yekaterina Samutsevich, la integrante del grupo ruso de punk Pussy Riot que ha recuperado su libertad tras haber sido condenada a dos años de cárcel junto a otras dos compañeras por realizar un acto de protesta contra el presidente Vladimir Putin en la principal catedral ortodoxa de Moscú, ha afirmado que no van a abandonar su “protesta política”.
Unas horas después de haber recuperado la libertad este miércoles, Samutsevich declaró en una entrevista con la cadena estadounidense CNN que la situación en Rusia “ha empeorado” desde que interpretaron una canción sobre Putin en la Catedral de Cristo Salvador el pasado febrero y que eso “se puso de manifiesto” en el juicio en el que fueron condenadas por vandalismo en agosto.
“No hemos terminado, no vamos a abandonar nuestra protesta política”, advirtió la activista, que el miércoles recibió una sentencia suspendida que le concede la libertad condicional. El mismo tribunal de apelaciones de Moscú decidió mantener las penas contra Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alyojina.
Samutsevich afirmó que Pussy Riot sigue existiendo y realizará más actos de protesta. “Tenemos que hacerlo de manera que ellos (las autoridades rusas) no sepan con antelación que vamos a dar un concierto (...) y nos arresten”, añadió.
NO PROTESTARON CONTRA LA IGLESIA
La joven señaló que su actitud “negativa” hacia Putin y su “proyecto mega autoritario” no ha cambiado y que el objetivo del acto de protesta en la catedral era criticar el apoyo que habían dado varios altos cargos de la Iglesia Ortodoxa rusa a Putin --que entonces era primer ministro-- para que optase a un tercer mandato como presidente.
“Creemos que vivimos en una sociedad laica y que el Estado debe respetar los principios de esa sociedad laica”, explicó.
“Los representantes de la Iglesia no deben entrometerse en la política. Con nuestra acción quisimos llamar la atención sobre este problema”, agregó Samutsevich, que aclaró que, al contrario de lo que cree el juez que las condenó, no pretendían de ninguna manera expresar odio hacia la Iglesia o los creyentes.
La activista reconoció que le sorprendió que el tribunal ordenase su puesta en libertad y dijo estar “muy disgustada” por el hecho de que Tolokonnikova y Alyojina sigan en prisión. Los abogados de las dos jóvenes anunciaron que intentarán llevar su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Aunque Samutsevich forma parte de Pussy Riot y fue una de las personas que planearon el acto de protesta, fue detenida por un guardia cuando iba a entrar en la catedral, así que no participó en la actuación.
A la pregunta de si cree que esa acción ha marcado una diferencia en Rusia, contestó que, en su opinión, ha hecho que muchas personas hayan cambiado su opinión sobre Putin y su política. Asimismo, considera que el juicio puso de relieve los problemas del sistema judicial ruso y la influencia que ejerce el presidente sobre él.