Los rumanos eligen a su presidente en unos comicios marcados por la crisis
BUCAREST, 5 (Reuters/EP)
Los rumanos eligen este domingo a su nuevo presidente en unas elecciones marcadas por una situación económica complicada y en las que el candidato de la izquierda, Mircea Geoana, es el principal favorito para derrotar al presidente en funciones, Traian Basescu.
Geoana, que ha prometido acabar con la crisis política que ha puesto en peligro el plan de rescate económico del Fondo Monetario Internacional (FMI), tiene una ventaja de ocho puntos en los sondeos de opinión.
El mayor reto al que se enfrentará el nuevo presidente será el de dirigir una serie de reformas prescritas por el Fondo Monetario Internacional que forman parte de un plan de ayuda de 20.000 millones de euros que el fondo ha bloqueado hasta que se forme un nuevo gobierno y éste presente un presupuesto.
El presidente Traian Basescu ha dicho que las recomendaciones del FMI, incluida la reducción de 150.000 puestos de trabajo público, son clave para que su país escape de una de las más profundas contracciones económicas del bloque europeo.
“Rumanía es un enorme barco que tiene 22 millones de tripulantes y un comandante tiene que sacarnos de la tormenta económica y llevarnos a un puerto seguro”, dijo Basescu en un mítin el viernes.
Geoana ha criticado a Basescu por polarizar la política e indicó que resistirá la proposición de recortes laborales, que ha enfurecido a los sectores de la izquierda y provocado una huelga de más de 800.000 trabajadores el pasado mes de octubre.
El ganador tendrá que nombrar al nuevo primer ministro, puesto vacante después de que los socialdemócratas de Geoana y otros partidos de la oposición tumbaran al gabinete del presidente Basescu en octubre. Geoana ya ha llegado a un acuerdo con los liberales para elegir al popular alcalde de Sibiu, Klaus Johannis.
Rumanía es el segundo país más pobre de la Unión Europea, solo superado por la vecina Bulgaria. Aunque su economía creció entre 2004 y 2008, la tendencia se invirtió el año pasado y el poder de adquisición per cápita se ha estancado en un 46 por ciento con respecto a la media europea.